Copa
Nacional de selecciones Mayores
Treinta y
Tres 1 - Melo 1
La actitud
Por Juan R.
Silva
Un gol al comienzo le
mueve el piso al equipo más pintado, el de Da Rosa a los 6 del primer tiempo
"sockeó" de tal manera a los rojos mayores, que solo la impericia de
los delanteros albiazules y el encomio de una línea de cuatro dispuesta a “tirarse
delante de la bala” que trasmite Adrian Pereira, fue posible de “aguantar” ese
cimbronazo inicial.
Porque pasados los 20
minutos era evidente que Treinta y Tres sufría cada pelota por elevación pero
que también dejaba el cuerpo en cada roce y se levantaba pese a perder la
mayoría de los topetazos, sobre todo por su derecha donde el moreno
Arriera le ganaba el duelo a Fernando
“Pichón” Gómez el cual volvía de una inactividad casi total de 30 días.
El doble 5 de Melo se
deglutía las tibias intenciones rojas y Treinta y Tres era casi que “Simón
dependiente” para intentar algo ofensivo.
Pero pasado ese
envión inicial favorable al subcampeón del interior que ya digo duró 25 minutos
iníciales, del despliegue generoso de Gómez justamente el partido empieza a
emparejarse, porque “Pichón” carente evidentemente de tiempo y distancia a fuerza de actitud y entrega revierte desde
ese momento la situación y contagia.
Cierto que en ese primer tiempo Treinta y Tres
dependía de la gambeta de Mier para generar peligro y de un exuberante
sacrificio físico del “Diablo” Sergio Velarde, ausente lo que había sido el
mejor argumento rojo en partidos anteriores, la conexión Simón con
"Nando" Correa, creo que estudiada por "Cafuringa" Noble el
técnico melense que salió a jugar con línea de tres en el fondo y con el moreno
Viana por el sector donde caía el Nando.
Y el primer tiempo
nos dejo preocupados por el funcionamiento, casi inexistente y por el capricho
rojo de meter el pelotazo frontal aéreo buscando al “Diablo” ante una defensa
arachana que lo superaba claramente en ese ítem.
Y casi sobre el final
de la primera parte cuando Treinta y Tres confusa pero tenazmente empujaba
directamente a Melo contra su arco, llega un claro penal, después lo vimos
claramente en las cámaras, que el árbitro equivocadamente y a metros de la
jugada sanciona como mano fuera del área, fue penal pero claramente la
subjetividad del hincha no puede excusar el rendimiento de ese primer tiempo en
un penal que estaba fuera de contexto por más que haya sido pena máxima.
Tal cual ha sido una
costumbre en el equipo olimareño esta copa la segunda parte fue totalmente
distinta ya el “Pichón” se imponía tanto en su duelo personal que le llega la
expulsión
Y al indudable
influjo de “Simón” Mier que encontraba en el “Diablo” quien le hiciera el
trabajo ”sucio” de generar espacios y facilitarle la gambeta arrastrando marcas
con sus piques a destajo, el dominio rojo empezó a justificar el empate.
Pero la buena
actuación del arquero Villanueva y la excelente tarea del volante Ademar
Martínez hacían que el tiempo pasara y que el reloj fuera un defensa más de la
ventaja visitante.
La expulsión del
moreno Arriera le permitió a Treinta y Tres arriesgar más aun con los cambios,
el ingreso de Goldaracena fue fundamental y a partir de que el delantero que
más goles tiene en la selección roja hoy (18) entró otro peso ofensivo fue
palpable y la tarea de Velarde fue más importante aun.
Melo se vio obligado a “carpetear” el partido
entonces pero una “rosca envenenada” de Goldaracena venció la remisa
resistencia del buen arquero Villanueva, aunque para mí la rozó el Nando Correa
y lo que hace 5 o 6 años hubiera sido derrota segura fue un empate con sabor a
triunfo de deja a la selección de Treinta y Tres primera en la tabla de
posiciones del grupo trascurrida la primera vuelta.
Y lo de los años es
dicho porque hace un tiempo era muy habitual que perdiendo en casa el equipo
entrara en la ansiedad y la desmotivación de perder oportunidades y hemos
perdido en la historia partidos insólitos de esta manera, en los últimos
tiempos esta camada de jugadores se ha acostumbrado a tener la actitud adecuada
ante el tradicional rival que marca claramente un crecimiento indudable en lo
competitivo y por lo menos en mi humilde saber y entender el mayor destaque de
un partido jugada intensamente y donde reitero el elenco rojo se quedo con un
buen sabor de boca.
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