Apertura 2017
La parte Física.
Por Juan R. Silva.
El empate de Yerbalense sobre la hora casi de su partido
ante el Treinta y Tres es solo una demostración mas que el orden siempre le
ganan al desorden, pese a que casi durante 80 minutos el decano hizo las cosas
mejor futbolísticamente que el albi verde, extendiendo una paternidad que viene
casi de la historia entre los dos conjuntos, porque simplemente mientras le
dieron las piernas siempre tuvo mas claro a que jugar y lo hizo mas fácil.
Yerbalense volvió a mostrar esa cara dubitativa de cuadro
que recién esta buscando una identidad, como la de querer salir jugando para
poder llegar con pasividad de apoyos, sobre todo por los laterales, pero careció
de una precisión absolutamente necesaria, sobre todo en la construcción y al no
tener un partido en la individual Mauro
Fregueiro, identificado por la marca albi celeste se quedo sin esa impronta del
cambio de ritmo, volviendo a ser su toqueteo previsible, ustedes me dirán
tampoco tuvo tanto espacio como en el partido anterior para que los de arriba,
Medeiros y lago hicieran la diferencia, pero Treinta y Tres con una premisa
clara, el cero en su arco, lo supero claramente porque hizo lo que las características
individuales de su plantel pedía y aunque tubo cosas que no pudo definir
muy bien el esfuerzo y la solidaridad del equipo, que se brindo sin cortapisas
en los relevos y las coberturas, basándose en su pareja de backs, se paro de
una forma inteligente y le dio a Yerbalense una dosis de lo que el albi verde
administro la pasada semana al puntero y que ha sido hasta ahora uno de los
resultados mas resonantes del torneo.
Porque a partir de ese gol del “Gato” Víctor Goldaracena que
volvió a tener , hasta la expulsión, una de esas tardes donde nos hace “disfrutarlo”
apareció la categoría de los jugadores albicelestes, innegable y sobre todo robusteció
su confianza, desmoronándose la del albi verde, que confunde muchas veces
“querer con “poder” y queda preso de un voluntarismo que lo hace correr
descontrolada y tumultuosamente, pero al mismo ritmo siempre, predecible para
unos defensas que si hay algo que los adorna es su experiencia para leer las líneas
de pase…y por si fuera poco la solidez del debutante Alzugaray le daba
tranquilidad a los dirigidos en esta oportunidad por el maestro Segovia.
Con esa ventaja se fue al intermedio el decano y con ella
vino, pero Yerbalense una vez mas puso en la cancha a “ese revulsivo” que es
Facundo Terra y con su empuje, sin claridad ni precisión pero si con muchas
ganas, pese a tener el jugador numero 12 en el Parque: la bajada, “Las Fieras
del Yerbal” sitiaron a su rival.
Con Tabaré Sosa,
descolgado casi siempre por derecha, a veces de punta y a veces de volante, si
bien el Taba no tenia un buen partido pero su ubicación y su trascendencia hoy
complicaban a Yerbalense que no quería dejarlo solo y a partir de eso ese temor
generaba espacios para el “Gato que hace el segundo gol y dijimos todos en el
Parque “ojo volvió el decano!!! atentí pal clásico” pero no teníamos en cuenta,
con el control del partido y la timidez
de construcción del Yerbalense, que preocupa cuando Medeiros arranca de frente
al arco pero que lo deja muy solo allá arriba porque los volantes no pueden
seguir el ritmo veloz de su carrera casi todos ellos de tranco y solo Terra
llega cuando el saca el metro para tirar el centro.
Lo que no teníamos en cuenta todos en el Parque es que el fútbol
es un juego físico y que Treinta y Tres no esta bien físicamente, por varias
razones en las que no abundaremos por respeto sobre todo al trabajo de unos
profesionales que solo son victimas de una cirscuntancia, que Treinta y Tres no
le dio a este torneo la seriedad que condice con su historia gloriosa.
Practicar dos veces por semana, en lugares que no son una
cancha de futbol saca ritmo, medidas y sobre todo resistencia.
Se cayo físicamente
en los minutos finales el decano, un partido que tenia controlado y “en el
bolsillo” recibió primero un gol de
Braian Medeiros de atropellada reaccionado en el área chica mas rápido luego de
haber picado incesantemente durante 80 minutos , mas potente que los rivales
claramente y poniendo el 1 / 2 .
Recibe el decano la expulsión de Víctor Goldaracena, bien
decretada pese a que su impotencia física lo hacia reclamar todos los fallos, tratando
de aprovechar el hecho curioso de que el línea Sánchez supliera al arbitro
central Gancio por lesión.
Y el empate de Mauri Lago, un tremendo golazo donde el
delantero golpea el balón de forma que pega en el travesaño y pica abajo
decretando el línea De Los Santos el gol.
Todo eso en los últimos 10, no podía mas físicamente Treinta
y Tres y la saco barata al fin porque una oportunidad muy parecida al gol de
Lago , en los descuentos tiene nuevamente Yerbalense pero esta vez no entra.
Mal sabor de boca para los dos el empate, ustedes me dirán
“si pero perder es peor”, lo cierto es que este empate lo deja a Yerbalense 7
puntos abajo del líder con 9 por jugar…ya esta… fue , porque pese a la
ubicación de su cuerpo técnico que dijo a quien lo quisiera escuchar durante la
preparación y el comienzo del campeonato que “es un proyecto a 3 años” y que “había
que darle fogueo a los chicos” me parece a mi, intuyo que dirigentes y
jugadores esperaban pelear bien arriba y que los vaivenes anímicos, lógicos de
un equipo joven y en construcción no era analizado como una alternativa sobre
todo por parte de los jugadores que se ilusionaron, sin muchos argumentos la
verdad, pero el manejo de esas instancias mentales es quizás el gran trabajo a
realizar por el cuerpo técnico…el manejo de la ansiedad, cosa además potenciada
por una idea futbolística que toma riesgos , para mi innecesarios en pos de
“tener razón” , cosa clara el mejor rendimiento lo realizo cuando esa idea
quedo en segundo plano .
Lo de Treinta y Tres es consecuencia de su momento institucional,
prácticamente ausente a nivel dirigencial, de haber planificado el año mal,
subestimando o sobrevalorando la situación critica de su plantel, tiene la
semana que viene una oportunidad preciosa para “salvar el año” ganando el clásico
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