Peñarol / Vaca Azul Olimarudo
Interesante
Un partido
que pintaba para “denso” con dos equipos que hace rato que no juegan por nada,
pero que fruto de las propuestas de los dos
se hizo interesante y la actitud de los jugadores, alguna individualidad
superlativa, 6 goles y el dramatismo que le agregaban los descuentos de la Vaca
cada vez que Peñarol parecía tomar distancia.
Peñarol
arrancó mejor fruto de su ya tradicional mejor funcionamiento colectivo, esta
vez aderezado por una línea de cuatro como forma defensiva que le dio otro tono
a la retaguardia mirasol.
Nicolás Gutiérrez abría el score, luego de una
tradicional jugada elaborada con varios toques de los carboneros y era lógico pese
a que ya se notaba que la peligrosidad de Diego Sosa había elegido la zona más débil
de su rival, el lateral izquierdo.
El penal que
el árbitro Barrios le cobra al lateral Gonzales permite que el mismo Gutiérrez,
en tarde inspirada en la concreción, lograra su segundo gol y la ventaja
importante de los de Arada que siguen siendo, esto es claro aun con el cambio de
sistema defensivo un equipo que es mucho más cuando va que cuando viene.
Diego Sosa
logra el descuento que le permitió a los rosados, pese a tener la preocupación
de defender la bajada en el segundo tiempo , abrigar alguna esperanza, sobre
todo afirmada en la enjundia de Villar, Camilo Sosa y la peligrosidad de Diego
Sosa.
Ingresa
Ignacio Gómez en elenco rosado pero casi que no puede disfrutarlo el elenco
fusionado porque una excelsa definición de Gutiérrez pone el 3 a 1, que pareció
ser definitorio, creo que todos los presentes tácitamente lo pensaron así.
Y más cuando la expulsión del ingresado Gómez
deja en inferioridad numérica a La Vaca, no veíamos ninguna forma de que el
partido se “dramatizara” de la forma que fuera.
El ingreso de Rodríguez y de Parra cambio
totalmente esa perspectiva, simplemente con ganas y con una dinámica importante
los dos chiquitos lograron plantar mejor a la Vaca en la discusión del partido
en la zona más fuerte de Peñarol, el medio juego.
Con un gol impensado de Parra las cifras se
achicaron y volvió a “revolotear” la idea de una emotiva “virada” de los
rosados, cosa que han hecho más de una vez esta temporada 2015.
No fue así, Peñarol con el control del juego que le dan Arismendi y Gutiérrez
llegó, faltando casi nada para el final, al cuarto tanto en la persona de
Maicol Batalla, su primer gol en primera división.
Goleada
aurinegra justa, clara de un equipo que no tuvo una buena temporada y que trata
en este final de ”decorarla” un poco, lo cierto es que lo de Peñarol siempre “pareció
más” de lo que fue y termino siendo una de las temporadas más pobres del
equipo.
Vaca Azul
Olimarudo se va desmoronando como lo está haciendo institucionalmente, termina basándose
solamente en la vergüenza deportiva de sus jugadores y con la actitud,
innegable, innegociable, pero solo con eso no alcanza.
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