miércoles, 11 de diciembre de 2019


Finales 2019

2ª Parte: Un Castillo de Ilusiones.


Por Juan R. Silva


Huracán empató la serie de definición de la temporada 2019 con un triunfo que le dieron los dos goles de Franco Castillo en el final del segundo tiempo de un partido que nuevamente lo mostró como dominador territorial y conceptual del partido, no tanto como el anterior que perdió por errar varias opciones pero igualmente siendo superior en la concepción del juego que intenta plasmar en el campo de Juego .


En un primer tiempo realmente anodino y que decepcionó totalmente a las mas de 500 personas que fueron a verlo este pasado sábado al estadio Municipal Empleados de Comercio, el único de los dos equipos que pudo articular mas o menos su juego fue el globito que a instancias de José Denis y su conducción prolija por lo menos tenia el protagonismo territorial y el control del balón que es la principal herramienta para su desarrollo conceptual.
Después Huracán careció de profundidad , aunque tenia la idea de filtrar entre lineas de la ultima defensa albiceleste , balones al espacio para que los volantes / delanteros que el equipo de Huracán sorprendió poniendo como forma de agredir al adversario, atacaran el espacio y intentaran quedar cara a cara continuamente con el arquero González.
Pero le faltó agresividad y sobre todo convencimiento a los que iban por fuera en el Globito que ese pase entrelineas pasaría y se encontraron con un Treinta y Tres que con muchas precauciones, el andamiaje de su extrema defensa sin Diego Diaz lo llevo a tener recaudos continuos en las ayudas defensivas, que achicando los espacios a defender en los últimos 16 con 50 pensó en todo el primer tiempo mucho mas contener a su rival, recordemos que el empate beneficiaba a los dirigidos por Pereira, que en elaborar alguna alternativa para los pelotazos verticales, largos y frontales que buscaban intermitentemente al reaparecido Velarde y a Macció..
Huracán con la necesidad y con la urgencia, sabia que no podía descuidarse ni enloquecer porque el Decano estaba pronto para la reacción y con este solo enfocado en defender su arco y apenas , en un facilismo sorprendente, en “sacarse de arriba” el balón en su cancha, a pesar del querer de Gonzalo Lemes, que con movilidad y terquedad buscaba circuitos de juego pero veía que cuando intentaba conectar juego el balón era impulsado continua y fuertemente en poder de Huracán.
Como les dije, no pudo nunca en la primera parte Huracán aprovechar el tener la pelota y cuando aisladamente engarzó alguna jugada colectiva, el chico González las evitó , siendo la figura absolutamente intermitente del primer tiempo , mas por acertar en las pocas participaciones que tuvo que por la magnitud de sus intervenciones.
Se fue sin pena ni gloria el primer tiempo , muy luchado, muy cortado y sobre todo muy impreciso.
La segunda parte mantuvo la tónica de Huracán atacando sin encontrar la forma de rodear al villasarense González y Treinta y Tres agazapado pero sin poder acertar en los pelotazos porque las contadas ocasiones que lo hacia Chape se deglutía a los dos delanteros del equipo de Dardo Pereira.
El ingreso de cambio de Franco Castillo que venia de una fuerte contusión en el partido anterior que lo obligó a salir en esa brega y que fue durante la semana la gran interrogante en el globito, traía al partido la duda si estaría el vergarense en forma física, lo cierto es que desde que empezó a calentar todos en el estadio mirábamos si corría normalmente y también la entrada del otro vergarense Lucas, este por razones tácticas dio la impresión de que Huracán, muy intrascendente y “flaco” en ofensiva durante los primeros 70 minutos , que Huracán decía: “quemaba” las naves.
Castillo con dos apariciones fulgurantes definió el partido por el propio peso de su capacidad goleadora y contundencia ofensiva.
El primer gol fue una jugada con el tono del Globito , moviendo el balón de izquierda a derecha y de derecha a izquierda para que Castillo como venia de pierna derecha definiera al angulo superior izquierdo de el arco rival, ante una defensa de Treinta y Tres que salia de a uno y que los albos se “comían como a la dama”.
El segundo tanto fue un tiro libre, ya con mucha mas confianza, del mismo Castillo, que volvió a poner en las mallas decanas el balón , brillantemente ejecutado por sobre la barrera.
Castillo, aparentemente recuperado de su fuerte golpe del anterior partido , gran trabajo de la kineseologa vergarense Fernández, fue determinante en el resultado de un partido donde Huracán quería pero no podía y donde Treinta y Tres ni quería ni podía, intentando conformarse con que su rival no sacara ventajas y llegar así al final.
Esta posición futbolista, esta tesitura mental y emocional, de no tomar riesgos , de especular con el resultado es antinatural en Treinta y Tres y decíamos en el comentario anterior que es lo que mas incomodo le cae al decano, ese carácter, lógico en lo futbolistico , de preservar el resultado y la ventaja no “encaja” con su concepción intrinsica.
Treinta y Tres, la historia lo marca así, en su forma épica de sentir el fútbol , necesita sentir , por un tema que tiene que ver con su esencia cultural futbolera, , “el cuchillo de la urgencia”, de la ansiedad, en la garganta del “no hay mañana” , tener ventaja como tenia lo relaja, lo aburguesa y sobre todo , le saca intensidad.
Sin intensidad, y en este partido sin precisión, muy ocupados Graví , Nando Acosta, el mismo Mespolet cuando ingresó, en colaborar con una defensa , que insisto y recalco , sintió enormemente la ausencia de los quites o las salidas “al cruce” de “Pichón” Diaz que le permiten defender lejos de su arco, el Decano “se hundió” en sus últimos metros y solamente defendió el resultados.
En este próximo partido, donde ahora si no hay mañana realmente , porque luego de los 90 si empatan irán a penales , todos esos miedos y esas expectativas sobrevolaran por el estadio, los dos han mostrado poder sobreponerse a instantes limites, Huracán llega levemente mejor, recuperado el gol de Castillo y logrando revertir un escenario adverso, para el que no conozca y valore esa idiosincrasia de los albicelestes de jugar con el “cuchillo en la garganta”, que lo hace tremendamente peligroso cuando todo parece ponerse en su contra, .
Un final de temporada apostando a lo emotivo, nuestra realidad.

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