Finales 2019
2ª Parte: Un Castillo
de Ilusiones.
Por Juan R. Silva
Huracán empató la serie de
definición de la temporada 2019 con un triunfo que le dieron los dos
goles de Franco Castillo en el final del segundo tiempo de un partido
que nuevamente lo mostró como dominador territorial y conceptual del
partido, no tanto como el anterior que perdió por errar varias
opciones pero igualmente siendo superior en la concepción del juego
que intenta plasmar en el campo de Juego .
En un primer tiempo realmente anodino y
que decepcionó totalmente a las mas de 500 personas que fueron a
verlo este pasado sábado al estadio Municipal Empleados de Comercio,
el único de los dos equipos que pudo articular mas o menos su juego
fue el globito que a instancias de José Denis y su conducción
prolija por lo menos tenia el protagonismo territorial y el control
del balón que es la principal herramienta para su desarrollo
conceptual.
Después Huracán careció de
profundidad , aunque tenia la idea de filtrar entre lineas de la
ultima defensa albiceleste , balones al espacio para que los volantes
/ delanteros que el equipo de Huracán sorprendió poniendo como
forma de agredir al adversario, atacaran el espacio y intentaran
quedar cara a cara continuamente con el arquero González.
Pero le faltó agresividad y sobre todo
convencimiento a los que iban por fuera en el Globito que ese pase
entrelineas pasaría y se encontraron con un Treinta y Tres que con
muchas precauciones, el andamiaje de su extrema defensa sin Diego
Diaz lo llevo a tener recaudos continuos en las ayudas defensivas,
que achicando los espacios a defender en los últimos 16 con 50 pensó
en todo el primer tiempo mucho mas contener a su rival, recordemos
que el empate beneficiaba a los dirigidos por Pereira, que en
elaborar alguna alternativa para los pelotazos verticales, largos y
frontales que buscaban intermitentemente al reaparecido Velarde y a
Macció..
Huracán con la necesidad y con la
urgencia, sabia que no podía descuidarse ni enloquecer porque el
Decano estaba pronto para la reacción y con este solo enfocado en
defender su arco y apenas , en un facilismo sorprendente, en “sacarse
de arriba” el balón en su cancha, a pesar del querer de Gonzalo
Lemes, que con movilidad y terquedad buscaba circuitos de juego pero
veía que cuando intentaba conectar juego el balón era impulsado
continua y fuertemente en poder de Huracán.
Como les dije, no pudo nunca en la
primera parte Huracán aprovechar el tener la pelota y cuando
aisladamente engarzó alguna jugada colectiva, el chico González
las evitó , siendo la figura absolutamente intermitente del primer
tiempo , mas por acertar en las pocas participaciones que tuvo que
por la magnitud de sus intervenciones.
Se fue sin pena ni gloria el primer
tiempo , muy luchado, muy cortado y sobre todo muy impreciso.
La segunda parte mantuvo la tónica de
Huracán atacando sin encontrar la forma de rodear al villasarense
González y Treinta y Tres agazapado pero sin poder acertar en los
pelotazos porque las contadas ocasiones que lo hacia Chape se
deglutía a los dos delanteros del equipo de Dardo Pereira.
El ingreso de cambio de Franco
Castillo que venia de una fuerte contusión en el partido anterior
que lo obligó a salir en esa brega y que fue durante la semana la
gran interrogante en el globito, traía al partido la duda si estaría
el vergarense en forma física, lo cierto es que desde que empezó a
calentar todos en el estadio mirábamos si corría normalmente y
también la entrada del otro vergarense Lucas, este por razones
tácticas dio la impresión de que Huracán, muy intrascendente y
“flaco” en ofensiva durante los primeros 70 minutos , que Huracán
decía: “quemaba” las naves.
Castillo con dos apariciones
fulgurantes definió el partido por el propio peso de su capacidad
goleadora y contundencia ofensiva.
El primer gol fue una jugada con el
tono del Globito , moviendo el balón de izquierda a derecha y de
derecha a izquierda para que Castillo como venia de pierna derecha
definiera al angulo superior izquierdo de el arco rival, ante una
defensa de Treinta y Tres que salia de a uno y que los albos se
“comían como a la dama”.
El segundo tanto fue un tiro libre, ya
con mucha mas confianza, del mismo Castillo, que volvió a poner en
las mallas decanas el balón , brillantemente ejecutado por sobre la
barrera.
Castillo, aparentemente recuperado de
su fuerte golpe del anterior partido , gran trabajo de la
kineseologa vergarense Fernández, fue determinante en el resultado
de un partido donde Huracán quería pero no podía y donde Treinta y
Tres ni quería ni podía, intentando conformarse con que su rival no
sacara ventajas y llegar así al final.
Esta posición futbolista, esta
tesitura mental y emocional, de no tomar riesgos , de especular con
el resultado es antinatural en Treinta y Tres y decíamos en el
comentario anterior que es lo que mas incomodo le cae al decano, ese
carácter, lógico en lo futbolistico , de preservar el resultado y
la ventaja no “encaja” con su concepción intrinsica.
Treinta y Tres, la historia lo marca
así, en su forma épica de sentir el fútbol , necesita sentir , por
un tema que tiene que ver con su esencia cultural futbolera, , “el
cuchillo de la urgencia”, de la ansiedad, en la garganta del “no
hay mañana” , tener ventaja como tenia lo relaja, lo aburguesa y
sobre todo , le saca intensidad.
Sin intensidad, y en este partido sin
precisión, muy ocupados Graví , Nando Acosta, el mismo Mespolet
cuando ingresó, en colaborar con una defensa , que insisto y recalco
, sintió enormemente la ausencia de los quites o las salidas “al
cruce” de “Pichón” Diaz que le permiten defender lejos de su
arco, el Decano “se hundió” en sus últimos metros y solamente
defendió el resultados.
En este próximo partido, donde ahora
si no hay mañana realmente , porque luego de los 90 si empatan irán
a penales , todos esos miedos y esas expectativas sobrevolaran por el
estadio, los dos han mostrado poder sobreponerse a instantes limites,
Huracán llega levemente mejor, recuperado el gol de Castillo y
logrando revertir un escenario adverso, para el que no conozca y
valore esa idiosincrasia de los albicelestes de jugar con el
“cuchillo en la garganta”, que lo hace tremendamente peligroso
cuando todo parece ponerse en su contra, .
Un final de temporada apostando a lo
emotivo, nuestra realidad.
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