miércoles, 2 de agosto de 2017

Apertura 2017



Señor Gol.
Por Juan R. Silva

Peñarol  (Cristian Gutiérrez x 2)
San Lorenzo (David Álvarez)


En un partido de los mejores de lo que va del año Peñarol le ganó a San Lorenzo porque tuvo la contundencia que el equipo santo no, pese a que los dirigidos por Rodrigo García, sobre todo en el primer tiempo dominaron el juego y sus alternativas.
Con un muy buen trabajo de la media cancha  con los rápidos volantes de ida y vuelta como Yohan García y Fran Erausquin los azulgranas controlaron en esa primera parte el transito del balón y mientras Alejandro Álvarez y Diego Sosa copaban la parte central del campo el talentoso engancha del santo Mauro Miraballles administraba los tiempos y el control generando una supremacía clara.
 El tema de esa nutrida presencia de volantes es que a la hora de concluir esa elaboración Diego Graví que también viene a asociarse en el control y la tenencia deja muy solo al todavía liviano futbolísticamente Pagani.
Pero San Lorenzo con llegadas por los costados y con el buen trabajo de David Álvarez en el control de Cristian Gutiérrez en esa primera parte no paso zozobras salvo con algún tiro de media distancia que intento sobre el final de la etapa Wilfredo Aquino.
 Peñarol comprendiendo rápidamente la supremacía del santo había planificado y mostraba un juego directo y vertical como alternativa, concentrado en defensa con línea de cuatro esperando que la transición de San Lorenzo nunca lo agarrara “mal parado” es decir en inferioridad numérica, y después sobre todo a cargo de Barbosa pelotazo largo buscando dos cosas, el error defensivo rival que seria aprovechado por los dos delanteros de nivel que tiene el mirasol o el achique hacia delante del carbonero local que le permitía ganar la segunda pelota”, el rebote sobre todo pensando en un tema físico, en lo previo era mas potente Peñarol, era mas grande sobre todo por una razón de edad el mirasol.
Solo lo defensivo le salía en la primera etapa a los dirigidos por Santana, aunque un par de veces las transiciones de Erausquin y de García desbordaron y solo un par de cierres desesperados pudieron evitar que se “cerrara la pinza” mas  la presencia omnipresente en esa primera etapa de "Falu" Saravia que con dos grandes atajadas no solo hizo olvidar a Agustín Sosa, que para mi hoy es el mejor arquero del pueblo, sino que con dos intervenciones extraordinarios mantuvo a su equipo en partido en la parte mas dura para los dirigidos por Santana.
Pero el trabajo de la línea de tres de San Lorenzo con una concentrada marca de Álvarez y sobre todo la velocidad de Pereira que solucionaba así muchos desacoples que provocaba la inquietante movilidad de Ávila era muy bueno y sobre todo por los laterales San Lorenzo ganaba los regresos y llegaba antes a las divididas ganando por anticipo.
Ante esto Peñarol resolvió “pelear” el partido palmo a palmo y le dio resultado, con un arbitraje que permitía el contacto y afiliado a la doctrina del “siga siga” que no se dejaba influenciar “por el lloringueo” de la tribuna ante cada pierna fuerte, algo lógico en el futbol chacarero, que se pone cuando el jugador es superado por alguien mas técnico o mas veloz  y que hace a nuestra esencia competitiva, digo pierna fuerte no patada alevosa y de mala leche y Peñarol “lo arrimó” en su juego físico al joven e intenso equipo santo, que le respondió a costo, eso si,  de que esa respuesta le pasara factura en la parte física para la etapa final.
Así se juega en el interior y eso es una cosa que algunos que hablan y despotrican tendrían que acostumbrarse, por suerte para nuestro futbol los
gurises de San Lorenzo lo entendieron y ni una protesta salio de sus labios, los golpeaban se levantaban se sacudían el pasto del Parque y volvían, incluso respondiendo alguna murra también…respeto para los jugadores de San Lorenzo.
Pero Peñarol con ese juego y unas herramientas que le darán, eso debe saberse también,  resultado mientras San Lorenzo sea aun “chico” cuanto crezca cosa que no esta lejos ya habrá agotado su única alternativa, Peñarol decía capeó, palió ese primer tiempo claramente desfavorable, seguro con la ayuda del poco peso ofensivo de el equipo azulgrana que tiene un esfuerzo descomunal en el. despliegue de Pagani, pero al que le falta gol.
El segundo tiempo fue otra cosa, Peñarol con el jugador 12: la bajada tuvo 5 minutos de furia, en ese arranque el carbonero erró no menos de 4 oportunidades claras, ya la línea de tres de San Lorenzo que había sido consistente en el primer tiempo había agua por todos lados:  Ávila y su movilidad, Cristian Gutiérrez y su capacidad para sacar ventajas del error, los volantes que con la bajada llegaban adonde se había planificado y un quedo importante de intensidad de los azulgranas, que parecían dormidos nos dejaron en ese comienzo una óptica de que Peñarol tenia todo para convertir y sacar una ventaja, pero no fue así y cuando San Lorenzo se asentó en el campo y sacando alguna larga parecía descomprimir el ahogo realizado por los de Santana, cuando todo parecía volver a la normalidad de un ritmo cansino e impreciso, con mucho mas de lucha y confusión que claridad, cuando el partido moría porque todo era un manojo de temor a cometer errores, una pelota bien servida, con centro de pierna derecha !!!!  de "Robertico" Piriz "enroscado" para Peñarol desde la derecha y Cristian Gutiérrez llega antes y por el medio…no hay que buscar culpables que los debe haber, hay que entender que hay jugadores que nacen para que la pelota en el área los busque a ellos, seguramente si fuera otro jugador, hasta capaz , como Pagani por ejemplo con mas movilidad, con mas sacrificio, otros jugador digo no hubiera ido precisamente ahí, hubiera ido 50 centímetros mas adelante o un metro mas atrás y la pelota, como las dos que tuvo San Lorenzo en el primer tiempo hubiera pasado  de largo o como digo mas arriba Martín “Falu” Saravia o Techera  hubieran llegado a tapar, o alguien la habría desviado o el centro no hubiera sido bueno…seguramente a otro jugador la pelota le hubiera caído apretando la definición o quedando muy atrás o muy adelante…si seguramente.
Porque Cristian Gutiérrez, que tiene no solo el “toque” del goleador, arranca siempre 5 metros para adelante o para atrás de donde todos piensan que viene la pelota, sabe… ese es su “secreto” saber  que la pelota nunca llega por donde todos creemos y “adivina” la línea de pase, la intuye, la “huele” …la siente, porque el es la conexión elegida por ellas, por la pelota y la red, el es el “que les hace los papeles” y ellas confían en el…y el fue la razón, después todo es “pintura “ mía, lo aceptó, es mi trabajo encontrar explicaciones a lo impensado del juego, la lógica de algo que no se piensa.
San Lorenzo, guapo, querendón, con argumentos…el juego aéreo es uno de ellos, tiene de los mejores sino el mejor del pueblo pese a ser un cuadro “joven” se rebeló contra esa ley no escrita del futbol “goles con amores y goleador se nace” y fue a empatarlo y en una pelota pasada aprovecho la falta de timingg de Saravia que volvía después de mucho tiempo al arco carbonero, su primer amor y con Diego Sosa bajándola en la pasada, Álvarez luego de una tremenda reacción de Saravia que evitó el gol de Mieres a boca de jarro, Álvarez decía en premio a su buen partido empataba.
1 a 1 todo igual.
Peñarol por la bajada y porque San Lorenzo no aguantó físicamente la diferencia  de potencia con un cuadro mas “experiente” etaria, física y mentalmente se refugio para pararse de contra, pasando a una línea de 4 y cambiando “los carrileros” para salir de contra.
 No le dio, el ingreso de Nico Gutiérrez que viene de una lesión y que es por lejos el jugador del futbol de Treinta y Tres con mas técnica en velocidad le dio a una pelota quieta cerca del área azulgrana y allí en la pasada, saludando a la bandera, aprovechando que los zagueros y el arquero santo midieron mal ese centro…Cristian “el señor Gol” Gutiérrez , otra vez…no lo explico mas, ya lo hice y  (humildemente) me quedó divina la definición del goleador aurinegro.
Los últimos minutos fueron mas para el tercer del carbonero, bien conducido por Nico Gutierrez que para el descuento azulgrana, que ya no tenía fuerzas, Miraballes de doble 5 y Sosa arriaba pero referenciado continuamente por los fuertes volantes aurinegros y con un juego aéreo referenciado totalmente.
Gano bien Peñarol, sufrió y supo sufrir cuando tuvo “el viento de la puerta” impuso su juego fuerte y de fricción cuando debió, estuvo ordenado pese a pasarla mal y cuando llego estaba Cristian Gutiérrez, consistente y compacto el elenco de Santana encara rumbo a la definición, sin lucir pero seguro.

San Lorenzo ilusiona a su parcialidad, toma riesgos y le faltó contundencia este partido. Tiene un futuro auspicioso y esperanzador pese a la “sangría” sufrida este año.

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