“Ni al arco iris”.
Por Juan R. Silva
San Lorenzo 1 ( Diego Graví)
Unión Barrio Coya 0.
Dos equipos que intentaron jugar un futbol horizontal, mucho
mas fluido San Lorenzo, adelantando las líneas, por lo menos al inicio del
match de manera ordenada y que carecen, los dos flagrantemente de fuerzas ofensivas.
San Lorenzo
directamente depende de la llegada a ocupar el espacio que el mismo se provoca, de Diego Graví, volante devenido en delantero que busca continuamente la posición que mas cómoda
le queda en el campo de juego, esta vez asistido en el primer tiempo por su
hermano Manuel, tratando ambos de conformar un circuito de futbol, pero que no
tuvo peso no físico ni futbolístico en los últimos veinte metros rivales.
Barrio Coya que si
tenia a un delantero/ delantero por características como Nicolás Tabarez, pero
que es mas generador de oportunidades que concretador, en evidente además
inferioridad numérica ante una línea de cuatro como la santa que tiene valores
de incuestionable capacidad técnica y táctica como lo es Matías Orgambide para mi el mejor defensa central del pueblo, una pena que no vaya a a selección.
Entonces las dos defensas superaban claramente a los ataques
respectivos y cuando la oportunidad aparecía
los errores en la definición eran, la verdad, increíbles.
Como a los 3 minutos del inicio cuando Diego Graví queda
solo cara a cara con Stol y eleva el disparo bombeando el balón por sobre el
arquero.
Luego de varios minutos sin que se lastimen Sierig estrella
un balón en el vertical derecho de García en la más clara del Coya en el primer
tiempo.
Los volantes azulgranas eran lo más peligroso en la zona de
definición y luego que Mauro Miraballes errara un gol claro entrando por
izquierda, en el área chica y luego de capturar un rebote “Pipo” Sosa erra otro
más inverosímil a 3 metros
de la gol line y de borde interno.
San Lorenzo era superior, era mas fluido en su juego pero
las chancees erradas era poco creíbles.
Intentó Menchaca reforzar el ataque para los segundos 45 con
el ingreso de Oscar Mieres y Muraña apoyó su idea de desesperar a San Lorenzo sacando a Fede García de buen primer tiempo y
poniendo a Ibáñez que es mas contención.
En ese “no lastimarse” futbolístico (por incapacidad no por
intención) que tenían los santos y los
varelenses, si se lastima después sabríamos que no era de entidad Oscar Álvarez
en un choque totalmente infortunado.
Promediando la segunda parte llega el gol de Diego Graví,
escapada del volante /delantero azulgrana y
definición agónica, que casi evita Stol pero Graví tiene la fortuna de
que el rebote le quede para el.
Se adelantó Barrio Coya, tan sin ideas ni precisión como toda la
temporada, donde en este final de 8 partidos jugados ha convertido un gol solo
y de contra San Lorenzo tuvo sus aproximaciones, dilapidadas por defectos técnicos
propios cuando tuvo varias veces superioridad numérica en los contragolpes.
Final uno a cero y quedó en el estadio la sensación de que podían
jugar 3 o 4 partidos y el resultado sería incambiable, porque mas allá de lo
afortunado del rebote que da Stol y que le queda a Graví es ostensible, es clarísimo
que como dicen en el barrio, esta pasada noche de miércoles en el estadio, los
dos clubes “no le hacían un gol ni al
arco iris”.
Fotos : Walter Acarino
No hay comentarios:
Publicar un comentario