Liguilla 2016
Perdieron los dos.
Por Juan R. Silva
San Lorenzo 1 (Fabián
Techera)
Treinta y Tres 1 (Yamandú
Tabeira, penal)
Fue un partido donde
San Lorenzo mereció mejor suerte, pero su inacción ofensiva fue tan exasperante
que debo decir que esta bien que hallan empatado santos y decanos, un resultado
que los deja a los dos segundos y que es el fiel reflejo de lo hecho por los
dos en la mayoría del año.
Porque fue mas fluido San Lorenzo sobre todo
en la elaboración, su juego de toques cortos y apoyos, “bastoneado” por Jorge Alzueta
pero al que se pliegan todos los jugadores que habitualmente Menchaca alinea.
Comenzó bien el santo siendo contundente
incuso porque ya a los 5 y después de una sucesión de desdobles y toques en
profundidad casi en “la gol line” Techera
abría el store y le daba la ventaja que esperaba y que planificaba el
azulgrana.
A partir de ahí y
durante todo el primer tiempo , aprovechando lo confuso y contradictorio, casi
forzado todo del futbol del decano, San
Lorenzo mereció hacer un gol mas sobre todo por el control de pelota que tenia
y por el posicionamiento territorial dominador.
Treinta y Tres apenas
preocupó a Rodrigo García en ese lapso con la bajada en contra y solo atino a
“entreverar” y embarullar” el juego, quedando muchas veces al borde de una
expulsión por la vehemencia con la que intentaba forzar algo que era evidente,
la posesión del balón por parte de su rival.
La incoherencia que
por momentos domina a Treinta y Tres, que elije casi siempre al revés o jugar
corto o meter “el ponganlá” lo hacia apurarse, enojarse y confundirse al equipo
de Álvarez que insisto solo terminó uno a cero abajo porque la liviandad
ofensiva azulgrana es muy evidente.
En el segundo tiempo
vendría el gran removedor del decano que
fue que el partido entra en una emotividad, que la cataliza es cierto el equipo
albi celeste, pero que debo decir un par de fallos de Cidade también
amplifican.
Treinta y Tres tuvo y
no debemos dejar pasar por alto el ingreso de Gonzalo Lemes que por lo menos
unificó o intentó modificar esa dicotomía que tiene el albiceleste sobre como
jugar y sus conceptos claros le
permitieron, amen de su precisión, otra enorme diferencia con el primer tiempo
le permitieron decía otra llegada, mucho mas profunda a Treinta y Tres.
Pero en el comienzo
dos jugadas clarísimas, las dos para San Lorenzo tuvieron clara peligrosidad, una un jugadón de Sosa que ataja
Dino Acosta a la postre la figura de su equipo y otra un penal que Cidade entendió
que no existió pero que para nosotros fue muy claro en el área decana.
El ingreso de Lemes
obligó a un replanteo del técnico Menchaca y el ingreso de William Alzueta por
“Pipo” Sosa (lesionado) también fue una dificultad para los azulgranas que se quedaron mas lentos en las divididas en el
medio juego y sin posibilidades de transiciones rápidas, a partir de eso y del
envión anímico que contagiaban Alzugaray y Sosa Treinta y Tres volvió a ser el
“Treinta” de lo épico y después de una
pelota quieta, las atropelladas clásicas y dos penales claros ( de los cuales
uno se cobra) se suceden en menos de 10 segundos, el primero a Velarde y el
segundo a Yamandú Tabeira, que con ajustado y potente remate decreta el 
Pensamos que con el
“ponganlá” y el empuje el decano “le tiraría la camiseta, la bajada y la
historia" a San Lorenzo, porque futbol tenia solo a cuentagotas y cuando Tabeira
y Lemes se juntaban pero un hecho desafortunado para el delantero y goleador
albi celeste trunca esa arremetida, doble amarilla y expulsión en una jugada
que el delantero se barre desde atrás y faulea al lateral Álvarez, bien
expulsado ... un balde de agua fría para el decano.
Aprovechó bien, pese
a que ya estaba exhausto, este detalle el santo y volvió a tener el control del
balón y por tanto adueñarse del partido, teniendo incluso la posibilidad de
convertir pero el palo le dijo que no a Iguiní y Dino Acosta realizó una gran
contención ante un tiro libre de Graví.
Esas posibilidades que tuvo en el primer
tiempo y en el segundo San Lorenzo fueron mas y mas claras también que su
rival, nos hace inferir que mereció mejor suerte pero el tema de la
inoperancia ofensiva que lo ha perseguido en gran parte del año también es una materia a solucionar en estos partidos
definitorios por el azulgrana.
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