FUTBOL LOCO 33

LA COPA
Empate que deja dudas
Por Juan R. Silva
Huracán 1 (Gastón Giménez)
Melo Wanderes 1 (Diego  Silva)

Huracán empató como local y en caliente, enseguida de terminar los 90, por el dominio visitante en la mayoría del encuentro, sentían los albos que habían ganado un punto.
 Luego cuando las pulsaciones vuelven a su lugar y el análisis empieza a ser frio y descarnado mas allá del trámite, fue un mal resultado, insisto y recalco, abstrayéndose del trámite, fue malo porque Melo Wanderes ya se clasificó con ese punto  y seguramente vendrá a 33 el próximo domingo sin exigencias y cuidando, tal cual es costumbre, las tarjetas y los físicos.
 Y en la lectura si bien esto claramente beneficia a el decano, repito que es costumbre en los equipos melenses esta conducta y está totalmente avalada por la lógica futbolera y finalmente que tiene que ver Melo Wanderes en una disputa que no lo tiene como protagonista, el problema fue de Huracán que no supo o no pudo nunca dominar el tramite.

Y esto porque si bien estuvo adelante en el resultado al terminar el primer tiempo, solo en los primeros 15 el partido fue parejo y claramente en los primeros 15 pero del segundo tiempo el Melo fue tan superior que empató y debió pasar en el tanteador.
Las figuras del globito, Fernando Gómez en defensa y Vicentino, avalan nuestra palabras y la intermitencias de las apariciones de Juan Francisco Puñales, el único del albo que retiene el esférico y elabora una pausa también son una muestra del dominio visitante.
 La razón más importante, para este comentarista, del dominio tricolor fue la intensidad del juego y la diferencia de fluidez en los movimientos colectivos del tricolor melense, Huracán estaba desparramado en el campo de juego y solo mantenía el partido por la anteriormente destacada labor defensiva de su ultimo zaguero, que jugó un partido de 9 puntos y en que ofensivamente el Melo trata de ser tan vertical y agresivo que termina apurado y previsiblemente buscando por el medio, es decir hace todo bien pero se queda sin espacios en ofensiva y concluye jugando a buscar el espacio a las espaldas del último rival, básico, para todo lo bueno que hace del medio hacia el arco rival.
 Igualmente, reitero el ritmo y lo compacto del equipo le permitió a partir de los 15 del primer tiempo ganar las dividas, con gran trabajo de Diego y Lázaro Silva y el desequilibrio que le da el vértigo y habilidad de Taina Fleitas, el volante por izquierda, manejaron el partido y sin ser  una cosa del otro mundo, dominaron el primer tiempo.
 Sobre el final una acción aislada de Gonzales, luchando un balón que parecía perdido, descarga con Perdomo que piensa que esta en offside y que confunde a la defensa del Melo y el centro del mismo  Perdomo encuentra a Giménez en el segundo palo, “saludo a la bandera” del 9 y 1 a0, goles son amores, sin merecerlo pero acertado.

Los primeros 15 del segundo tiempo del Melo fueron durísimos para los dirigidos por Santana, los volantes por fuera del Melo, el ingresado Sosa y el mencionado Fleitas perforaban por derecha y por izquierda a los albos y aun cambiando los volantes no podía Huracán hacer pie, en ese lapso pegó un tiro en el travesaño el Melo y erró y par de ocasiones claras amen de un trabajo a destajo de Gómez y de Vicentino, no siendo espectaculares pero si responsables del triunfo parcial hasta una media distancia soberbia del volante Silva que empardó el encuentro.
 A partir de ahí siguió dominando la visita pero sin tomar riesgos , sin adelantar líneas, sin acelerar y Huracán también se dio cuenta que no tenia forma de variar esa perspectiva, el ingreso de Larronda lo ilusionó un poco, pero esta cayó nuevamente en ese vicio de querer resolver todo con una jugada personal, que ante una defensa más rápida y mas corpulenta como era la de la visita es un error conceptual, seguro por lo menos Larronda la tenía un momento, el resto era el balón y el Melo Wanderes.
 “LA VISITA NO QUERIA, EL LOCAL NO PODIA” así se fue el juego, así se fueron los 90 minutos y esa superioridad manifiesta de la visita desilusionaron a los albos y les dejaron esa sensación de “ganamos un punto”, que como les decía arriba fue…va…variando con el correr de las horas.