Por Juan R. Silva
“Tengo un viento loco en la cabeza, que me infla la vela, que me lleva, ese redondo viento en mi cabeza, alguien me lo ha puesto, alguien que no sabe que yo, naci para ser sencillamente, un vecino tuyo” Rubén Lena. Anoche de local en el Estadio Municipal de Treinta y Tres, la selección sub 18 olimareña perdió 1 / 2, luego de ir ganando durante casi todo el partido, un encuentro que solo necesitaba empatar, y perdió la clasificación a una instancia totalmente desusada para el humilde futbol del pueblito que se quedo a dormir al lado de un rio, una final del interior, el titulo máximo que se puede alcanzar en nuestra entidad máxima, la Organización del Futbol del Interior del Uruguay. Y acá voy a iniciar la explicación de “este viento loco”, instancia decía desusada, porque salvo una vez en sub 16 , la otra en sub 18 cuando salimos sub campeón nacional, fue un cuadrangular, nunca el futbol rojo del Olimar, llego a una definición final, mientras que nuestro rival, los rojos del Yi Durazno , tiene 9 campeonatos de OFI en mayores, 5 vice campeonatos, 4 campeonatos en sub 18 y 2 en sub 15, ahí está la gran explicación para nuestro humilde entender de lo básico, de lo grueso, esto para nuestro rival era casi que moneda corriente y como tal reaccionó, para nosotros era rarísimo y así nos fue, esta “costumbre” de afrontar instancias decisivas se llama “categoría” y lamentablemente y en esto nuestros chicos no tienen culpas, al futbol de Treinta y Tres a nivel de competencia colectiva casi siempre le ha faltado. Los gritos y las frases de los sufridos hinchas olimareños cuando termino el partido eran todos títulos de tapa para Futbol Loco y creo humildemente que justamente todos nos los tiraban para eso, desde el muchacho de 15 que me gritaba “Tato tenemos el corazón roto por la desilusión” hasta el señor de 50 y pico largo que apesadumbrado y…acostumbrado me abrazaba y me susurraba al oído “¿nos iremos a morir sin verlo campeón?”, desde la cara de los periodistas amigos que nos miraban con ojos de “era previsible, ya sabíamos, somos le Venezuela del interior” hasta aquel que amargamente y dolido pedía que “desentierren el gato negro que hay abajo del estadio” apelando a lo exotérico para explicar algo, o el grito desaforado de aquel hincha que desencajado lanzaba al viento “¡¡¡tenes conciencia de lo que hiciste?!!” en obvia alusión al técnico rojo” o aquel “¡¡¡¡Tato mañana en Futbol Loco mucho palo eeeeeeh!!! hasta la frase que en el medio del tumulto y de mi abrazo , que sin camisa, caminando “loco”, buscando explicaciones, cuando le agradecí a él y a todos los chicos y cuerpo técnico por habernos traído hasta acá, Mauro Lagomarcino me susurró amargamente “Gracias a vos y a todos por el apoyo”. Porque el y yo sabemos que no fue tan así, porque en Durazno ellos estuvieron casi que solos y acá Durazno fue casi local, porque salvo los gurises chicos y alguna palma el resto del pueblo son todos “periodistas de Futbol Loco”, todos van a analizar como si la resupieran de futbol y nunca jugaron nada, su apoyo es el asentimiento como diciendo “eso es lo adecuado”, con la cabeza, o la critica después de echa la jugada, “nunca nadie perdió un partido en la tribuna” dice el gran Víctor Pachón, eso es Treinta y Tres, capaz de jugar un campeonato amistoso de quintas, cuando hace un año que no juegan ,el mismo día del partido más importante de la historia de “SU” selección, capaz de llegar a los 10 minutos de empezado el partido o de pelearse para ser preliminar para ahorrarse los 40 pesos de una entrada, el pueblo donde una autoridad departamental se preocupa más en ver quien “es el encargado del operativo” para “sacar” a un hincha visitante, para quedar bien con el dirigente político duraznense “Cacho” Vidalín aclaro, cuando nosotros en Rocha, Melo, Durazno mismo estuvimos solitos con nuestra alma y la verdad nos la bancamos. Eso es 33, el pueblo donde todos van a descubrir como es el truco del Mago en vez de disfrutarlo. Por eso Dieguito Abella en nombre de todos los pibitos del pueblo me decía amargado anoche “porque somos tan amargos Tato?, ellos eran locales acá, globos, bombos, serpentinas, fiestas y nosotros nada… Diego te voy a contar una pequeña historia, una vez con un amigo hicimos una barra de aliento, con todo y sabes qué?...uno de los “iluminados” que se vive ofreciendo para ser presidente de la Liga de Futbol, nos hizo sacar con la policía para quedar bien. Eso es 33 y en las manos de ustedes esta cambiarlo, nosotros lamentablemente, dolorosamente se los digo tenemos un “grado 5 en pecho frio”. Y…el partido? dirá alguno de “los súper entendidos” en táctica y técnica que nunca dirigió nada: el partido aaaaahh,el partido. Arrancó mejor Durazno, con Martínez por derecha, incluso con algún offside que le anula un gol. Treinta y Tres, igual, con la receta del Landoni, paró línea de 4 en defensa, 5 volantes, con llegada por los laterales sobre todo el izquierdo con el varelense Alonso como el mejor jugador del rojo y un punta como Jorge Graví, a priori perfecto como idea y planteo, ellos se vendrían y de contra los espacios aparecerían. Y un tiro de Maxi Oxley lo dejó claro, los volantes rojos llegarían por sorpresa. Contreras el habilidoso número 9 que juega por izquierda en Durazno comienza a manejar el partido sobre izquierda y le corta la subida a Marcos Díaz y este es un dato no menor, cuando recuperaba 33 debía una y otra vez o dársela a Graví, que perdía físicamente en la fricción o a Alonso y su disparada frontal y vertiginosa. La gambeta de Contreras nos seguía complicando, generando incluso algún foul de Luca Fernández en su salida a la descubierta. Pero el secreto y la gran diferencia con lo que vimos hace 15 días allá es que ahora ya no los sorprendimos en lo táctico, el doble volante de contención y juego de Durazno en este partido, Arzuaga y Zapata se adueñaron de los rebotes y tuvieron la precisión que allá no hubo como local. Amigos es evidente en el futbol uruguayo es muy difícil ser local, para nosotros modestamente por la connotación anímica de nuestro futbol. Ya partir de ese doble eje, la pelota le empezó a llegar al pie al habilidoso Nicolás Tierno, en ese lapso Durazno nos llegó y bastante. Al extremo que nos provocó 6 corners y un desborde de Tierno por derecha que Inciso apenas no llega, otro del mismo por izquierda ahora y el cierre desesperado de Sánchez. Luca Fernandez seguía cerrando como un patrullero de lado a lado y un gran pase de Arzuaga lo obligó a evitar el gol de Facio el otro delantero del Yi. Un tiro desde lejos de Martínez que rebota Matías Gonzales fue el marcador de que había que apretar los dientes. Y Maxi Oxley y Nando Acosta empezaron a jugar más cerca de los receptores albos, con lo que las divididas pasaron a ser rojas, pero después era el problema porque solo Alonso preocupaba y todo muy individual.- Durazno con línea de tres en defensa, con los dos pívots que les nombre, tres volantes más ofensivos y dos delanteros había sido superior en la gestación pero no en la concreción. Una individual de Maxi que culmina con un tiro de Alonso presagio lo que se vendría en el epílogo de la primera parte, un centro frontal sin expectativas de Luca, un horror del meta Vidalín hijo del ex intendente Duraznense, duda en el manotazo y el rebote que en dos ocasiones obtiene Santiago Alonso, 1/0, no habíamos hecho mucho, pero los resultados no se merecen se obtienen. El segundo tiempo fue todo visita, los locales se pararon muy atrás y quedaron demasiado alejados Graví y Alonso. Ahí se vio la calidad de Durazno, su personalidad, su categoría, porque aunque urgido, apurado, apretado por el resultado adverso, el tiempo y las chances malogradas, siempre aposto a ganar jugando, no entró nunca en el desespero y la histeria de las expulsiones y el matonismo inútil. Contreras desborda y el cierre de Sánchez fue heroico. Tierno lo erra solo entrando por derecha. Zapata tira de media distancia y Gonzales ataja con dificultad. Durazno inclinaba la cancha y Treinta y Tres ponía 9 jugadores por detrás de la línea de la pelota. Transcurre el segundo tiempo y Durazno se apura, tira centros de todos lados, Treinta y Tres capaz que muy atrás pero tranquilo, con Fernández y Sánchez desplegándose por doquier, no sufría mayores problemas hasta que se lesiona Nando Acosta el capitán rojo, el ingreso de Diego Moreira no sorprendió, si la posición, Matías Olalde de 5 central definido y Diego y Oxley abanicando delante. No podríamos a retener el balón, eso era claro. Y acá me quiero detener en un detalle, no fue el planteo el error en mi modesta opinión, discrepante con la gran mayoría de los asistentes, no tenia Correa alternativas en el banco para hacer otra cosa, quiso la lógica, hacer correr el reloj , muchas piernas delante del ataque rival y si nos hacían un gol igual clasificábamos. Repito y reitero Correa hizo lo que podía. Luca Fernández ya era una columna, defendía sacaba largo pero la pelota volvía una y otra vez, eran superiores totalmente, solo nos cabía esperar que erraran las definiciones y que los nuestros dejaran todo y estuvieran concentrados. Inciso el delantero centro cabecea a las manos de Gonzales, Tierno era imparable. Tira Martínez de nuevo de lejos alto. A los 28 recién pudimos aplicar una contra a través de Jorge Graví, individualidad que termina altísima. Durazno tomaba aire para el asalto final. Los centros llueven sobre el área roja y Matías Gonzales se luce, hasta le tiran de afuera y contiene también. En ese momento cuando el partido se va languidece, la concentración roja no aguanto, el descontrol, entrar en la pelea, querer impresionar al árbitro, hacer pesar la localia, jugar una final del nacional, el griterío y los nervios desgastaron anímicamente a los nuestros, 40 años de frustraciones se vinieron a tirar centros a la cancha roja. La ley de Murphy dice “si pensas que algo malo va a pasar pasa”, todos en el estadio supimos que algo malo iba a pasar. Sobre el término del partido centro de la izquierda, un delantero de Durazno parece que no llega pero llega y la mete para el medio y en el medio de nuestra área que defendíamos con 9 y el golero, Nicolás Tierno aparece mas solo que uno, gol 1 a 1. Y pasados de la hora una gran maniobra individual del delantero Inciso convirtió el dos a uno que fue tan dramático que se negaba a entrar pegando en el palo pero entró…la ley de Murphy. Treinta y Tres hacia 5 minutos que no estaba ni en la cancha ni en el estadio, el momento de mayor respuesta emotiva había trascurrido 5 minutos antes, la eterna historia. Sin dudas es cierto, esto fue histórico y nos deja una gran enseñanza, como decía un relator varelense:”se puede claro que se puede” y eso, con eso quiero quedarme, repito el planteo, el técnico, los jugadores hicieron lo que pudieron, fueron héroes a pesar del resultado, mucho más que pese al resultado, enfrentamos a un futbol muy ganador, el más ganador del interior y sudaron sangre y lagrimas para ganarnos. Eso es hoy para este humilde escriba futbolero un orgullo y un placebo al dolor, porque a nadie le gusta perder de local, en la hora y de atrás pero para nosotros haber estado ahí…es muy importante.
Finalmente solo lo que puso la página de los hinchas rojos “En los descuentos Durazno nos da vuelta el partido. La reflexión que me queda es que esto forma parte de un proceso de aprendizaje. Uno aprende de los errores en la medida que no vuelve a cometerlos. Así se va creciendo. Pienso que cada uno: jugadores, técnicos, dirigentes e hinchas, los que hacemos el fútbol tenemos conclusiones para sacar de esta temporada de selecciones.
Si es así el año que viene seremos mejores. Gracias gurises por la ilusión. Aguante la Roja!”
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