lunes, 4 de abril de 2011
Histórica actuación de la sub-18 olimareña culmina con increíble e infartante desenlace de G.I.E.F.I. - Fútbol del Interior de Uruguay Un historia digna del álbum de oro de la "Venezuela del Interior" se acaba de escribir en la noche pasada. La Selección Sub 18 de Treinta y Tres, cayó como local 2 a 1 ante Durazno en los descuentos y no podrá jugar la final de la categoría. De todos modos, la actuación del combinado juvenil olimareño fue histórica. Cuando todas las fichas estaban puestas en la Selección Mayor, que reunía una inusitada cantidad de jugadores con pasaje por el profesionalismo, la Sub 18 fue avanzando calladita, sin aspavientos, sin lucir demasiado su fútbol, pero con una gran entrega y actitud por parte de sus jugadores, que sin la presión obsesiva por el triunfo fueron superando etapas. Obtuvo el primer triunfo por penales que una selección olimareña en toda la historia ante la favorita Rocha y así llegó a las semifinales, trascendiendo la zona Este. Hay que remontarse a un muy lejano 1981 para encontrar una selección de dicha categoría entre las 4 mejores del Interior. Obtuvo luego un histórico triunfo de visitante ante Durazno que hacía soñar con llegar a la final. Pero nada es fácil para un fútbol poco acostumbrado a las mieles del triunfo. La ventaja parcial 1-0 a favor al cierre del primer tiempo hacía latir más fuerte los corazones olimareños. Sin embargo, a falta de dos minutos para el final vino el empate de Durazno y en los descuentos el triunfo de los visitantes. Un desenlace así, para una Selección de Treinta y Tres no admite mayores explicaciones. Duro es decirlo, pero, es uno de los avatares del fútbol y, lamentablemente, la "roja" conoce muchos de ellos. El fútbol es tan maravilloso y multifacético como los propios seres humanos que lo hacen posible. Así, siempre es posible encontrar una justificación o una excusa para una derrota (si el que habla es el responsable: el técnico, el jugador, el dirigente) o un manual de lo que debió hacerse (si el que habla no tiene posibilidad directa sobre un partido: el hincha, el periodista). Por eso no faltarán quienes responsabilicen al técnico por su conservadurismo y falta de osadía al plantear el encuentro. Con los resultados dados, cualquiera vé que es lo que había que hacer antes, pero, ¿si se hubiera hecho? ¿Habríamos llegado hasta estas instancias con planteos llenos de volantes de creación (que no tenemos) y de delanteros altamente eficaces (que tenemos pocos)? Yo creo que no. La virtud de este equipo fue la entrega, el no bajar los brazos y una enorme vergüenza deportiva que los hizo superar ser menos técnica y futbolísticamente que sus rivales. Durazno era más equipo, aún cuando perdió como local. Tiene más jugadores con condiciones, sin embargo Treinta y Tres la peleó hasta el final. Recordemos que en este equipo no pudo estar Santiago Suárez, que emigró hace tiempo al profesionalismo y en el medio del torneo se fue Hernán Zorrilla, uno de los más habilidosos. Saludemos llegar esta instancia, que en este Pago es casi inédita. Lloremos, esta derrota, que es dura, que parece increíble y tratemos de mejorar. Que estos gurises, que salen casi de la nada, casi sin preparación física, con torneos locales en los que juegan 8 partidos en el año, puedan aprender más de los fundamentos del fútbol, pero también que refuercen esa enorme entrega, que creo que es la mejor lección que dio este combinado juvenil. Por último, quiero citar unas líneas escritas por el periodista Julio Toyos en el diario El Día de Montevideo a propósito de la actuación de la Selección Juvenil de Treinta y Tres en la fase final de aquel torneo de 1981 y que vienen, como anillo al dedo para describir esta campaña de la Sub 18: "Fueron los "invitados de piedra". Los que no tenían chance. Los que nadie tomó en serio. Y como los buenos, cuando realmente lo son y tienen una adecuada espiritualidad cumplieron contra "los datos y fijas". Y este Treinta y Tres, semillero excepcional del fútbol uruguayo, supo defender no sólo un prestigio del fútbol joven, ..., sino una tradición labrada con bravura en las duras luchas del Este". Por Alejandro de León (GIEFI - Treinta y Tres)
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