jueves, 19 de abril de 2018

Copa Nacional de O.F.I. “B”

Un Puntazo.

Por Juan R. Silva

Universal (Melo) 2 (Luís Arrozpide y Alejandro Perdomo)
Peñarol  (Treinta y Tres) 2 (Oscar Muraña y Santiago Suarez)


Un puntazo para Peñarol fue este obtenido el pasado domingo en el reducto del Salesiano de Melo.
Porque le permite quedar primero en la serie jugadas dos fechas pero sobre todo porque el tramite así lo amerita.
Un partido que comenzó totalmente favorable al local que sacó pronta ventaja con un penal bien cobrado por el arbitro Bonilla de Maldonado,  de muy buena labor.
A todo ritmo, haciendo una presión alta los negri azules melenses del barrio Arpi dominaron esos primeros 15 minutos e incluso tuvieron también por derecha de su ataque una opción muy clara cuando Diego Barboza con grandes recursos técnicos arriesga de cara a su arco y “matando” el pique de la pelota logra evitar su propio autogol.



A partir del desgaste físico de los locales y de que el campo de Salesiano presentaba un césped altísimo, de los populares “come piernas", el aurinegro levantó, llevado por el inquieto y participativo Santiago Suárez, su rendimiento en esa primera parte y se hizo dueño de la pelota.
Pero Peñarol tiene dificultad en las transiciones ofensivas por derecha porque si bien Gómez, de sus mejores jugadores en ese clima de roce y golpes que desencadenaba el primer gol de Universal, Gómez decía es un jugador importante en lo anímico su carencia de cambio de ritmo hacia que Peñarol no tuviera opción de salida por los laterales.
Así en un par de ocasiones en ese escenario de choques, foul y pierna fuerte apareció algún atisbo de juego colectivo, cambiando la pelota de banda a banda y desarticulando al cada vez más inconexo intento de presionar el juego del medio campo aurinegro por parte de los locales.
El segundo tiempo trajo a un Peñarol mucho más agresivo futbolísticamente pero equivocando el procedimiento, porque la pareja de zagueros de Universal es alta y experiente y con una referencia fija como lo es Cristian Gutiérrez, “Capincho” Olivera y Nicolás Méndez se hicieron fuertes en el juego aéreo frontal y el aurinegro se reiteraba en esa opción de juego vertical.
Empero el cansancio y la siempre punzante iniciativa de Santiago Suárez encontraba mas los yerros rivales por el cansancio y Peñarol tiene dos opciones claras en los pies de “Chiquitín” Martín Ávila el goleador histórico del fútbol olimareño en la Copa pero el delantero tenía “la pólvora mojada” y no podía cristalizar las oportunidades.
Un penal bien cobrado por Bonilla que el arquero Ulises Vergara detiene casi sin esfuerzo y otra mala definición cara a cara de Martín con el mismo golkepeer, parecían plasmar que Peñarol dejaba pasar su mejor momento.
Por derecha el empuje de los dos Gómez, Oscar y Fernando,  llevaban a Peñarol pero también eran los mas propensos a verticalizar en el frenesí de ver que podían dar vuelta el resultado, pero dejándose consumir por la ansiedad terminaban buscando la espalda de los defensores rivales que achicando el espacio para atrás siempre estaban bien parados.
 Y mas para el Universal, cuando muy fatigado por el esfuerzo inicial, con presión y desgaste, en una “avivada” Alejandro Perdomo, uno de los tres hermanos Perdomo que juegan en el Universal y que son la base anímica y referencia de su barrial y bullanguera parcialidad, Alejandro decía pone el dos a cero, muy festejado por los negri azules porque la verdad sufrían el partido.
Raúl Alfredo Santana entonces “mete” los cambios y los ingresos de Nicolás Gutiérrez, en un momento fantástico de su carrera futbolística, y Oscar Muraña.
 Ambos agarran al Universal exhausto y empatan el partido, tan simple y tan claro como lo que expresó en este ultimo párrafo.
Porque esos 10 minutos de Nicolás Gutiérrez juntándose con Santiago Suárez, desde que entra sacudiendo un tiro alto pero peligroso y después haciéndose cargo de llevar el balón,  son intensos a más no poder.
Generando el gol de Muraña justamente porque Peñarol, beneficiado por el retroceso rival encontró una opción por derecha, que con manejo, traslado y cambio de ritmo, permitía que Santiago Suárez tuviera otra opción de juego y que no fuera este el blanco único de los foul y roces negriazules.
Oscar Muraña acompañando y también generando un revulsivo dinámico e intenso pone el uno / dos y en gran desborde de Santiago Suárez por derecha el ingreso apremiante de Nicolás Gutiérrez obliga a Méndez a introducir el balón a propia puerta.
10 minutos de frenesí, ataque y cambio de ritmo de Peñarol destruyeron el laborioso y tesonero juego local.
Empate en dos, de atrás, puntazo en la tabla de posiciones, pero creo que mas,  en ese darse cuenta de Peñarol que si sus jugadores creen en un juego de apoyos, por detrás de la línea de la pelota, de cambio de frente usando al muy equilibrado y preciso Wilfredo Aquino y el desborde por los laterales , pueden tener una opción al pelotazo frontal “ a que erren los zagueros” que por momentos usa el equipo de Santana, ojo en este fútbol chacarero cuando un equipo usa con efectividad dos opciones de juegos, dos planes ( A y B) para encarar los partidos.
Peñarol mostró eso si, problemas en defensa, solucionables claro, cuando debió “alargarse” en el campo y por una razón lógica de velocidad propia,  los defensas centrales no se animaron a ir a jugar al medio de la cancha, por eso pareció tan partido por momentos el aurinegro.
Se soluciona incluso dentro del campo, humilde opinión, con un “enroque “ entre Fernando Gómez y Silvera, porque Gómez te da mas posibilidad de cubrir  a  velocidad grandes espacios y Silvera, que se siente muy cómodo en los cuerpo a cuerpo, conoce y sabe cumplir la función de lateral derecho.
Un destaque para Díaz en el lateral izquierdo que comenzó cometiendo un ingenuo penal (en el área no se corta, se acompaña hasta el final) y menos frente a un experimentado Rino Lucas, pero que fue afirmándose y da con su metro 80 una linda opción para solucionar el problema eterno en defensa del fútbol olimareño: el centro al segundo palo.

Santiago Suárez fue la figura recurrente del equipo aurinegro y el ingreso de Muraña y sobre todo Nico Gutiérrez fue decisivo para traerse de Melo ese puntazo con gusto a triunfo, sobre todo por el desarrollo como dije anteriormente.

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