Medio pie afuera.
Por Juan R. Silva
Huracán 3 ( Hugo
Nocedo, Juan Francisco Puñales y Enzo Cabrera)
Vaca Azul Olimarudo (Diego
Sosa x 2 y Matías Gallegos)
Un partido que era bastante feo hasta
que el cansancio abrió los espacios y una ráfaga de goles y de emotividad sacudió
no solo el trámite sino que también sacudiría la tabla de posiciones.
Vaca Azul
Olimarudo planteó el partido que podía y realizó los deberes necesarios para
emparejar un encuentro que técnicamente le era claramente desfavorable.
Entonces aprovechándose de un Huracán, que sin
Simón Mier careció prontamente de un liderazgo marcado, un globito abúlico y sumamente
impreciso a la hora de concretar una
elaboración fina que pudiera poner a sus
delanteros de frente al arco rival, el elenco rosado empezó a manejar los
tiempos del partido.
Seguro claramente favorecido por el gol de apertura que en una definición de Diego
Sosa ajustada y bastante imperfecta que contó con el grado de suerte que se necesita,
los de Ignacio Gómez empezaron no solo a enlentecer el ritmo, cortando con foul
los circuitos de juego albos, sobre todo el que arman Juan Francisco Puñales y
Gastón Giménez, con la benevolencia de un arbitraje tolerante en exceso.
Y es que debo decir que en una reunión previa
el árbitro del encuentro, una muy buena persona , confió en quien no se debe
confiar, porque yo escuche a los dos capitanes
decir claramente que “iban a colaborar” con el arbitraje…no solo no lo
hicieron los equipos sino que intentaron “sacar” todas las ventajas habidas y
por haber, simulando, protestando , complicando, auspiciado mayoritariamente por
el equipo rosado pero con la tacita complicidad de los jugadores albos, que se prendían
inmediatamente en cuanto dialogo o roce hubiera, tontamente permítaseme decirlo,
porque en ese trámite estaba mucho mas cómodo este Vaca Azul Olimarudo, que parecía
repetir con distintos actores el partido, también en el estadio donde la Vaca también
le sacó un empate, hace un año.
Enredando,
fauleando reiteradamente, pero insisto y recalco con la complicidad de un Huracán
light totalmente en ofensiva fue trascurriendo el primer tiempo y agarrando
confianza la última línea de Olimarudo, sobre todo en los extremos y esa
confianza pareció también hacer perder la del globito que intentó al principio
abrir la cancha pero que pronto sucumbió ante la seducción de buscar a Gastón Giménez.
Empató Hugo Nocedo,
con una definición sorpresiva “de puntín”, tuvo la repentización necesaria que
le faltaba al resto del equipo en los últimos 20 metros, pero el primer tiempo
se fue con ese empate y el reloj se convertiría así en el peor enemigo de un
Globito acuciado por la necesidad de un triunfo que le permitiera no depender
de terceros.
Vaca Azul ,
simplificando al máximo su idea, marcaba, ponía pierna fuerte en el fondo y en
el medio, casi al borde de la intimidación física y luego buscaba que vía
Ignacio Gómez, otra vez el único jugador de Vaca Azul Olimarudo que sale a “jugar”
un partido como un todo…que entiende el juego como algo más que dejar la vida y
meter o una acción individual…primero y fundamental porque tiene la técnica y
segundo y principal porque entiende el tema de los espacios y los tiempos en
toda la cancha como lo que es : un juego
y no como una guerra de 90 minutos…por eso juega más que todo el resto,
potenciando indudablemente al jugador desequilibrante de este equipo, el
goleador Diego Sosa.
Hay en ese momento una jugada que a mí, a mi… a 150 metros de la jugada me pareció claro penal a favor de Huracán no pitado, en un ingreso por la derecha del ataque albo, pero mirando la foto puede verse al juez Cidade, insisto y recalco demasiado blando en lo disciplinario pero bien en lo técnico, puede vérselo "arriba”de la jugada,imposible debatir,el estaba a 5 metros yo a 150 …la derecha al árbitro.
Y después en
el resto la Vaca fue, a los efectos del resultado acertadamente, una suerte de viveza criolla, “enredando” el
partido, fauleando, protestando, demorando y sacando, el verdadero triunfo, del
partido a los jugadores albos que mansamente se entregaron a “lo fácil”…dejaron
de intentar su juego y fueron “a la pelea”.
Se fue el
primer tiempo , vino el segundo y no fue igual, Huracán en ese arranque tuvo 20 minutos
de Juan Francisco Puñales, el otro jugador que entiende el juego como un todo,
jugando, bancándose la reiteración de los fouls hasta el hartazgo ( se debe proteger a los habilidosos, es parte del juego) ... y haciendo
jugar a su equipo, ahí debió ganarlo Huracán, la ansiedad de sus delanteros,
alguna buena intervención del debutante Alonso, remiso en el gol de Nocedo pero después
muy bien pese a su inactividad de años y la entrega a la causa de los jugadores
rosados que se multiplicaron para mantener
el empate lo dejaban en partido al Vaca Azul Olimarudo.
El mal control de la ansiedad se nota claramente en un gol anulado bien, a Nocedo, era gol de un compañero pero la
ansiedad y la ceguera del delantero albo lo llevaron a participar en evidente posición
adelantada,esta jugada marcaba claramente el momento del equipo de Vera, el reloj, el
marcador y la tabla de posiciones se le caía arriba a los albos...que buscaban
tranquilidad y juego pero que solo lo
encontraban en el Tito.
La salida de
Ignacio Gómez extenuado, posibilitó la entrada de Pedro Villar y lo de Olimarudo
quedo más claro aun, el empate era un muy buen resultado.
Pero un tiro
libre excelso de Juan Francisco Puñales le dio lo que había buscado de todas
maneras el globito y “la cátedra” dijo…”ya está".
Y ahí
estimados amigos, empezó otro partido, porque el cansancio quizás, el Tito ya
no daba más en ese momento, quizás la ausencia de liderazgo, o tal vez el stress
de ir a buscar el partido y lograr el objetivo que te lleva a ese clásico “afloje”
o …¿Por qué no?.. el azar, imposible buscarle una explicación unicausal, lo
cierto es que un pelotazo de Cedres encontró a Julio Otero, que por un instante
dejó de pelearse con todo lo albo que encontraba por delante y mostrando esa
lectura de juego, que tiene cuando no está “complicando” rivales, su
habilitación para el recientemente ingresado Matías “Kaki” Gallegos que apareció
donde debe jugar, como segundo punta y su definición por encima de la salida
del arquero rival, la definición es lo mejor que tiene el Kaki claramente ,
decretó un empate impensado, tan impensado como impactante y , para los albos,
frustrante.
Porque Huracán se había desgastado física y
emocionalmente, en la pelea con los jugadores de la Vaca, en “repicar” la
histeria de su tribuna y en buscar el resultado contra reloj, no sirvió de nada…todo
estaba como al principio.
Y fue para
adelante ya sin el Tito, con ganas y con
una ceguera, sin Simón, con Giménez extenuado no tenia desequilibrio, no tenia
cambio de ritmo y apretado por los de atrás que se venían, se quedo sin espacios y sin
espacios...¿quien ganaba? , los trancazos de Vázquez : un gladiador en ese lapso y se dinamizó la lectura de juego de Pedro Villar, que entró como sin ganas (tiró un caño al
santo pedo en la primer pelota que tocó) pero que también, entiende el juego,
mas si este da el espacio y el tiempo para que pueda resolver una transición
defensa/ ataque, ya lo hizo en aquel recordado gol ante Yerbalense, esta vez
fue un pase largo, que encontró a Diego Sosa, poco había hecho el delantero , el
primer gol y una escapada hacia pocos
minutos como avisando, pero que ahí, con
Huracán jugado, con campo para correr y con el más explosivo cambio de ritmo
del futbol olimareño no perdonó , aprovechando un yerro del pichón Gómez ( ¿ a
que se juega en el futbol olimareño?... a que el que juega de ultimo le erre ) se
sacó Sosa en carrera a Vicentino y cuando se tiraba desesperado el lateral Pla,
se tomó su tiempo, lo hizo pasar arrastrándose y definió, golazo…a lo Diego
Sosa, en lo suyo, el cambio de ritmo y el gol cerca del área rival.
Lo gritaban
todos, literalmente todos menos los del globito, varios “infiltrados” en el
estadio también lo gritaron, 3 a 2, Olimarudo en lo ha hecho este final de campeonato, de contragolpe,
apelando al pase largo.
“ ¿ Sería
demasiado castigo para la ausencia de contundencia del globito? ”, pensé en ese
momento, el reloj avanzaba sin cesar y Huracán no tenía ya maneras salvo...un
tiro de media distancia…tan metido adentro estaba la Vaca y Enzo Cabrera, nadie
lo tenía en los planes se afirmó y le “prendió cartucho” de afuera del área, su
violento disparo hizo estéril la estirada de Alonso y el empate explotó a las espaldas del arquero vestido de
azul.
5 minutos de
alargue eran una eternidad para algunos y un suspiro para otros, que trascurrieron con
el globito apurando a puro centro y Alonso seguro respondiendo como
corresponde.
Empate final que parece dejar sin Apertura al
albo, por errores propios y nada más, no supo salir de la telaraña que le
planteó el rosado y se limitó a excusarse en el arbitraje, como se hace en
nuestro futbol siempre que se pierde, cuando en la previa era notoriamente
favorito, no supo resolver la falta de un liderazgo claro dentro de la cancha,
pero sobre todo cayó en la trampa más vieja del mundo cuando un equipo es
claramente superior al otro, “enredar” el partido, careció de personalidad para
soportar un arbitraje permisivo y es mas se escudo en eso para hacer la fácil…pelearse
y no jugar. Depende ahora de otro resultado, cosa harto difícil pero la
enseñanza que le deja esta derrota, porque el empate es una derrota es muy
importante, todos, todos los equipos le van a jugar los partidos como si fueran una
final y para salir campeón hay que hacer los goles y no regalar nada a nadie.
Lo de Vaca Azul Olimarudo es coyuntural, lo
reitero aun en este empate que para el equipo rosado es un triunfo, así lo
festejó, un triunfo que a va a quedar en esa anécdota y seguramente algún jugador
tendrá para contarle a los nietos este empate pero sigue siendo algo difícil de
entender como proyecto, si el proyecto es empatar los partidos a base de “viveza
criolla” tiene poca vida, cuando pierda
se escudara en “un mal arbitraje” como hizo su rival, es mas es un gasto carísimo
si se hace para decir “le enchastré la fiesta o el campeonato a alguien”, no creo
que seduzca a nadie con aspiraciones venir a jugar a un equipo que tiene esa filosofía
, entonces si no consigue jugadores “con y a futuro” con condiciones, atraídos por
lo interesante y atractivo de la propuesta va a tener que “poner plata” para
poder armar un equipo competitivo que le permita este año estar en el medio de
la tabla del futbol más lindo y más mediocre del Uruguay…carísimo .
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