lunes, 27 de julio de 2015

Medio pie afuera.

 Por Juan R. Silva
Huracán 3 (   Hugo Nocedo, Juan Francisco Puñales  y  Enzo Cabrera)
Vaca Azul Olimarudo (Diego Sosa x 2 y Matías Gallegos)
 Un partido que era bastante feo hasta que el cansancio abrió los espacios y una ráfaga de goles y de emotividad sacudió no solo el trámite sino que también sacudiría la tabla de posiciones.
Vaca Azul Olimarudo planteó el partido que podía y realizó los deberes necesarios para emparejar un encuentro que técnicamente le era claramente desfavorable.

 Entonces aprovechándose de un Huracán, que sin Simón Mier careció prontamente de un liderazgo marcado, un globito abúlico y sumamente impreciso a la hora de concretar  una elaboración fina  que pudiera poner a sus delanteros de frente al arco rival, el elenco rosado empezó a manejar los tiempos del partido.
 Seguro claramente favorecido por el  gol de apertura que en una definición de Diego Sosa ajustada y bastante imperfecta que contó con el grado de suerte que se necesita, los de Ignacio Gómez empezaron no solo a enlentecer el ritmo, cortando con foul los circuitos de juego albos, sobre todo el que arman Juan Francisco Puñales y Gastón Giménez, con la benevolencia de un arbitraje tolerante en exceso.

 Y es que debo decir que en una reunión previa el árbitro del encuentro, una muy buena persona , confió en quien no se debe confiar, porque yo escuche a los dos capitanes  decir claramente que “iban a colaborar” con el arbitraje…no solo no lo hicieron los equipos sino que intentaron “sacar” todas las ventajas habidas y por haber, simulando, protestando , complicando, auspiciado mayoritariamente por el equipo rosado pero con la tacita complicidad de los jugadores albos, que se prendían inmediatamente en cuanto dialogo o roce hubiera, tontamente permítaseme decirlo, porque en ese trámite estaba mucho mas cómodo este Vaca Azul Olimarudo, que parecía repetir con distintos actores el partido, también en el estadio donde la Vaca también le sacó un empate, hace un año.

Enredando, fauleando reiteradamente, pero insisto y recalco con la complicidad de un Huracán light totalmente en ofensiva fue trascurriendo el primer tiempo y agarrando confianza la última línea de Olimarudo, sobre todo en los extremos y esa confianza pareció también hacer perder la del globito que intentó al principio abrir la cancha pero que pronto sucumbió ante la seducción de buscar a Gastón Giménez.


Empató Hugo Nocedo, con una definición sorpresiva “de puntín”, tuvo la repentización necesaria que le faltaba al resto del equipo en los últimos 20 metros, pero el primer tiempo se fue con ese empate y el reloj se convertiría así en el peor enemigo de un Globito acuciado por la necesidad de un triunfo que le permitiera no depender de terceros.
Vaca Azul , simplificando al máximo su idea, marcaba, ponía pierna fuerte en el fondo y en el medio, casi al borde de la intimidación física y luego buscaba que vía Ignacio Gómez, otra vez el único jugador de Vaca Azul Olimarudo que sale a “jugar” un partido como un todo…que entiende el juego como algo más que dejar la vida y meter o una acción individual…primero y fundamental porque tiene la técnica y segundo y principal porque entiende el tema de los espacios y los tiempos en toda la cancha como  lo que es : un juego y no como una guerra de 90 minutos…por eso juega más que todo el resto, potenciando indudablemente al jugador desequilibrante de este equipo, el goleador Diego Sosa.


Hay en ese momento una jugada que a mí, a mi…  a 150 metros de la jugada me pareció claro penal a favor de Huracán no pitado, en un ingreso por la derecha del ataque albo, pero mirando la foto puede verse al juez Cidade, insisto y recalco demasiado blando en lo disciplinario pero bien en lo técnico, puede vérselo "arriba”de la jugada,imposible debatir,el estaba a 5 metros yo a 150 …la derecha al árbitro.

Y después en el resto la Vaca fue, a los efectos del resultado acertadamente,  una suerte de viveza criolla, “enredando” el partido, fauleando, protestando, demorando y sacando, el verdadero triunfo, del partido a los jugadores albos que mansamente se entregaron a “lo fácil”…dejaron de intentar su juego y fueron “a la pelea”.

Se fue el primer tiempo , vino el segundo y no fue  igual, Huracán en ese arranque tuvo 20 minutos de Juan Francisco Puñales, el otro jugador que entiende el juego como un todo, jugando, bancándose la reiteración de los fouls hasta el hartazgo ( se debe proteger a los habilidosos, es parte del juego)  ... y haciendo jugar a su equipo, ahí debió ganarlo Huracán, la ansiedad de sus delanteros, alguna buena intervención del debutante Alonso, remiso en el gol de Nocedo pero después muy bien pese a su inactividad de años y la entrega a la causa de los jugadores rosados que se multiplicaron  para mantener el empate lo dejaban en partido al Vaca Azul Olimarudo.

 El mal control de la ansiedad se nota claramente en un  gol anulado bien,  a Nocedo, era gol de un compañero pero la ansiedad y la ceguera del delantero albo lo llevaron a participar en evidente posición adelantada,esta jugada  marcaba claramente el momento del equipo de Vera, el reloj, el marcador y la tabla de posiciones se le caía arriba a los albos...que buscaban tranquilidad y juego pero que  solo lo encontraban en el Tito.
La salida de Ignacio Gómez extenuado, posibilitó la entrada de Pedro Villar y lo de Olimarudo quedo más claro aun, el empate era un muy buen resultado.
Pero un tiro libre excelso de Juan Francisco Puñales le dio lo que había buscado de todas maneras el globito y “la cátedra” dijo…”ya está".

Y ahí estimados amigos, empezó otro partido, porque el cansancio quizás, el Tito ya no daba más en ese momento, quizás la ausencia de liderazgo, o tal vez el stress de ir a buscar el partido y lograr el objetivo que te lleva a ese clásico “afloje” o …¿Por qué no?.. el azar, imposible buscarle una explicación unicausal, lo cierto es que un pelotazo de Cedres  encontró a Julio Otero, que por un instante dejó de pelearse con todo lo albo que encontraba por delante y mostrando esa lectura de juego, que tiene cuando no está “complicando” rivales, su habilitación para el recientemente ingresado Matías “Kaki” Gallegos que apareció donde debe jugar, como segundo punta y su definición por encima de la salida del arquero rival, la definición es lo mejor que tiene el Kaki claramente , decretó un empate impensado, tan impensado como impactante y , para los albos, frustrante.

 Porque Huracán se había desgastado física y emocionalmente, en la pelea con los jugadores de la Vaca, en “repicar” la histeria de su tribuna y en buscar el resultado contra reloj, no sirvió de nada…todo estaba como al principio.
Y fue para adelante  ya sin el Tito, con ganas y con una ceguera, sin Simón, con Giménez extenuado no tenia desequilibrio, no tenia cambio de ritmo y apretado por los de atrás que se venían, se quedo  sin espacios y sin espacios...¿quien ganaba? , los trancazos de Vázquez : un gladiador en ese lapso y se dinamizó la lectura de juego de Pedro Villar, que entró como sin ganas (tiró un caño al santo pedo en la primer pelota que tocó) pero que también, entiende el juego, mas si este da el espacio y el tiempo para que pueda resolver una transición defensa/ ataque, ya lo hizo en aquel recordado gol ante Yerbalense, esta vez fue un pase largo, que encontró a Diego Sosa, poco había hecho el delantero , el primer  gol y una escapada hacia pocos minutos como avisando,  pero que ahí, con Huracán jugado, con campo para correr y con el más explosivo cambio de ritmo del futbol olimareño no perdonó , aprovechando un yerro del pichón Gómez ( ¿ a que se juega en el futbol olimareño?... a que el que juega de ultimo le erre ) se sacó Sosa en carrera a Vicentino y cuando se tiraba desesperado el lateral Pla, se tomó su tiempo, lo hizo pasar arrastrándose y definió, golazo…a lo Diego Sosa, en lo suyo, el cambio de ritmo y el gol cerca del área rival.

Lo gritaban todos, literalmente todos menos los del globito, varios “infiltrados” en el estadio también lo gritaron, 3 a 2, Olimarudo en lo ha hecho  este final de campeonato, de contragolpe, apelando al pase largo.
“ ¿ Sería demasiado castigo para la ausencia de contundencia del globito? ”, pensé en ese momento, el reloj avanzaba sin cesar y Huracán no tenía ya maneras salvo...un tiro de media distancia…tan metido adentro estaba la Vaca y Enzo Cabrera, nadie lo tenía en los planes se afirmó y le “prendió cartucho” de afuera del área, su violento disparo hizo estéril la estirada de Alonso y el empate  explotó a las espaldas del arquero vestido de azul.

5 minutos de alargue eran una eternidad para algunos  y un suspiro para otros, que trascurrieron con el globito apurando a puro centro y Alonso seguro respondiendo como corresponde.
 Empate final que parece dejar sin Apertura al albo, por errores propios y nada más, no supo salir de la telaraña que le planteó el rosado y se limitó a excusarse en el arbitraje, como se hace en nuestro futbol siempre que se pierde, cuando en la previa era notoriamente favorito, no supo resolver la falta de un liderazgo claro dentro de la cancha, pero sobre todo cayó en la trampa más vieja del mundo cuando un equipo es claramente superior al otro, “enredar” el partido, careció de personalidad para soportar un arbitraje permisivo y es mas se escudo en eso para hacer la fácil…pelearse y no jugar. Depende ahora de otro resultado, cosa harto difícil pero la enseñanza que le deja esta derrota, porque el empate es una derrota es muy importante, todos, todos los equipos  le  van a jugar los partidos como si fueran una final y para salir campeón hay que hacer los goles y no regalar nada a nadie.

 Lo de Vaca Azul Olimarudo es coyuntural, lo reitero aun en este empate que para el equipo rosado es un triunfo, así lo festejó, un triunfo que a va a quedar en esa anécdota y seguramente algún jugador tendrá para contarle a los nietos este empate pero sigue siendo algo difícil de entender como proyecto, si el proyecto es empatar los partidos a base de “viveza criolla” tiene poca vida,  cuando pierda se escudara en “un mal arbitraje” como hizo su rival, es mas es un gasto carísimo si se hace para decir “le enchastré la fiesta o el campeonato a alguien”, no creo que seduzca a nadie con aspiraciones venir a jugar a un equipo que tiene esa filosofía , entonces si no consigue jugadores “con y a futuro” con condiciones, atraídos por lo interesante y atractivo de la propuesta va a tener que “poner plata” para poder armar un equipo competitivo que le permita este año estar en el medio de la tabla del futbol más lindo y más mediocre del Uruguay…carísimo .



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