martes, 23 de agosto de 2011

Copa de Clubes Campeones 2011

Ferro Carril de Salto es Bicampeón del Interiorde G.I.E.F.I. - Fútbol del Interior de Uruguay
Ferro Carril (Salto) 0 (5) - Lavalleja (Rocha) 0 (4)
El fútbol del interior vivió su gran fiesta en su tercera y definitiva final para dirimir entre el Ferro Carril de Salto y el Lavalleja del departamento de Rocha, quien de ellos bebía las mieles del triunfo e inscribía para la posteridad su nombre, en el selecto grupo de aquellos que alguna vez supieron ser los mejores de todo el país a nivel de clubes.
La sala para tal evento resulto la ciudad de Trinidad departamento de Flores, en su coqueto estadio "Juan Antonio Lavalleja", que se engalanó con sus mejores atuendos para estar a la altura de estas circunstancias.
Tercera final y estaba todo dicho, los ánimos calentitos, los comentarios picantes, la tensión y preocupación se presentía en el ambiente y no era para menos, todos los recaudos y prevenciones posibles fueron perfectamente tomados y aplicados.
Tercera y última final, después del primer partido allá en lares rochenses, con triunfo de los locales por uno a cero, con varios incidentes, sobre todo en las tribunas y fuera del estadio, con pedreas a ómnibus y otros disturbios que según dicen, pudo pasar a mayores, los cuales tuvieron amplia repercusión en todos los medios de comunicación a nivel nacional, con declaraciones fuertes de parte de ambas tiendas.
Segundo partido en tierra de los naranjales allá en el litoral, victoria de los salteños por dos a uno, lo que forzó la tercera final, pero para no ser menos, comentan que antes de comenzar el partido en el túnel de ingreso al terreno de juego, varios golpes de puño volaron por los aires, haciendo que el clima elevara su temperatura a un punto máximo de ebullición y que luego de terminado el encuentro la policía tuvo que hacer un duro trabajo para contener a los hinchas visitantes, acto que fue muy criticados por los rochenses, que incluso radicaron una denuncia por dicha represión.
En fin, era una finalísima de hacha y tiza como nos gusta decir a los fútboleros, de dientes apretados, pierna fuerte, con el orgullo, la emoción y la entrega por la causa empapando las camisetas del lado izquierdo.
Dos historias distintas se enfrentaban cara a cara, de un lado los franjados salteños cuya camiseta es similar a la del Danubio capitalino, totalmente blanca con la franja negra cruzándole de lado a lado el pecho, equipo que trabaja casi a nivel profesional, con una infraestructura social realmente envidiable, con mucho dinero que ingresa a sus arcas por diferentes medios como lo es el alquiler de las más de doscientas parcelas a los vendedores del "paseo de compras" que todos conocemos a la entrada de Salto como el "Baga-shopping", el equipo de Ferro Carril buscaba su bi-campeonato del Interior, ya lo había conseguido en el 2009 con un tacuaremboense en sus filas (el ahora Tacuarembó Fútbol Club Sebastián García, que estuvo presente alentando a sus antiguos compañeros).
A su frente los rochenses del Lavalleja, equipo humilde pero con mucho arraigo en los barrios más populosos del departamento donde nace el sol de la patria, camiseta a bastones verticales verdes y blancos, idéntico diseño a el equipo militar que existe en la liga tacuaremboense con ese mismo nombre.
Los rochenses que llegaban por primera vez a una final de clubes y con la posibilidad intacta de ganarla, militando en sus filas una leyenda del fútbol chacarero tanto por sus cualidades técnicas, olfato de gol como también por el estilo de vida que lleva adelante, estamos hablando del goleador, campeón con Rocha del fútbol Uruguayo, participante de Copa Libertadores de América y que pasara por el Club Peñarol, el bombardero y romperredes Pedro Cardoso.
También con la posibilidad de sacarle la hegemonía a su archirrival de todas las horas el Palermo de Rocha, que supo ser campeón del Interior décadas atrás.
Son las 15 horas del domingo 21 de agosto, más de dos mil personas en las tribunas, ambas hinchadas separadas por un cordón policial, mucho colorido, cánticos de aliento y de los otros, un sol que ayuda a disimular el frío de la tarde y todos deseosos que comenzara el mátch, queríamos ver fútbol, ver a un equipo salir campeón del Interior, en lo personal por primera vez, para poder contar que yo... estuve ahí.
Comienza la final y es como creo son todas las finales, mucho estudio, todo respeto, pierna fuerte, orden táctico, nadie regala nada, poco fútbol, escasas jugadas vistosas, poca emoción sobre las metas, por suerte prácticamente nada de juego brusco o desleal y sobre todo una premisa que llevaron ambos técnicos a esa tercera final, no perderla, eso primero, no sufrir goles en contra, después lo otro, lo del arco de enfrente, eso se verá con el correr de los minutos, todos decíamos haciendo futurología, esto es un empate, acá hay alargue y penales.
Y fue así efectivamente, pasaron los 90 minutos con más pena que gloria, hasta las hinchadas en determinado momento bajaron su intensidad de aliento, es que sus equipos desde la lisa no le trasmitían mucha emoción.
Arranca el alargue y se juega algo mejor, por lo menos se mezclaron exclamaciones y nervios para ambos lados, con un despertar de hinchadas que les hizo recordar a los jugadores que los penales según dicen los que saben... son una lotería.
Se animaron a más, arriesgaron un poco más pero no fue suficiente, no bastó, se dio lo sentenciado con mucha anterioridad, penales, tiros fatídicos desde los once pasos.
Se remataron un total de siete tiros o si usted quiere llamarle ejecuciones, con un trámite totalmente cambiante, de entrada parecía que todo era para el Ferro Carril de Salto con dos goles encima, pero en el transcurso de los tiros cambió y el cielo pareció que tomaba colores verde y blanco, pero, siempre hay un pero, en todo, es algo que ya esta signado por el destino, tiro penal número siete para los rochenses, Matías Feola con la responsabilidad pero... le pega fuerte, muy fuerte y la pelota vuela por encima del horizontal y le da la posibilidad a los salteños que en los pies de Sebastián Silveira, como lo dice la foto, frente al arquero rochense Oscar Lemos y la mirada atenta del árbitro maragato Walter Brajús, con carrera corta le pega con certeza, infla la red y después de eso... todo fue festejo para el elenco de camiseta blanca con la franja negra, a festejar con sus más de 600 simpatizantes que viajaron para alentarlos, logrando un bi-campeonato del Interior, llevando la copa al departamento de las termas, de las naranjas y porque no, para nosotros que nos gusta viajar y comprar en el "Baga-shopping". Para ustedes gallardos jugadores, dirigentes y parciales, festejen, se lo merecen, ¡¡Salud Campeones!!
Por Roberto Laxalde (GIEFI - San Gregorio de Polanco)

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