miércoles, 8 de agosto de 2018

Campeonato Nacional de Clubes OFI divisional B

Peñarol de 33 es de la A.


Por Juan R. Silva.

El equipo aurinegro olimareño ascendió a la divisional A de Ofi tras vencer por 4  a 1  al Nacional de Sarandi del Yi en el estadio Municipal de Treinta y Tres “Centro Empleados de Comercio”  usufructuando de su localía.
En un arranque tremendo de los dirigidos por Raúl Alfredo Santana en 21 minutos los carboneros convirtieron los 4 goles que le darían a la postre el ansiado resultado, con conquistas de Braian Gravi la salida de un corner y tres conversiones consecutivas del goleador Martín Avila que quedó siendo el artillero de la división finalmente con 14 goles convertidos en la campaña mirasol.
El Peñarol de 33 terminó convirtiendo en total 35 goles en 16 partidos a un promedio de mas de dos goles por partido lo que marca lo prolífico de su ataque sin duda una de las principales razones de  este éxito deportivo en un fútbol enormemente devaluado como es el del pueblito que se quedó a dormir al lado de un rio.
Con este resultado Peñarol pasara a militar en la divisional A de OFI, junto a Quilmas y  Huracán de Paysandú los finalistas de la divisional, Libertad de San Carlos y Barracas que tenían el ascenso directo al ser semifinalistas y al ganador del otro repechaje que fue Joanico de Canelones.

Un ascenso esperado y ansiado que en realidad por el milagro futbolístico que representa es como que una flor haya nacido en el medio del cemento, tal es la realidad de nuestro balompié, penosa e intencionadamente  tratada de “maquillar” por quienes tienen intereses económicos, personales  y políticos, pobres y carenciados intereses además.
Porque en un fútbol que no sabe cuando se juega, que no ha podido confirmar aun su actividad de primera división de una manera ordenada después de terminar la temporada  del 2017 en el 2018, que aun esta jugando un campeonato sub. 20 que es una suerte de “Franquestein” en su diseño e integración reglamentaria donde la mayoría de los dirigentes no saben ni quien juega ni cuales son las tablas de posiciones ni el sistema de disputa, con un campeonato local de sub. 15 que ha durado minimamente 4 meses y donde en ese tiempo los equipos han jugado 9 partidos que además  que no se presenta a nivel de selecciones ni en el nacional sub. 14 ni en el sub. 15, esta vez si con una categoría competitiva,  luego de hacer el año pasado un papelón histórico, con la mayoría de los clubes sumergidos en una crisis institucional y económica que los hace “darle largas” al Campeonato de primera y solo con los jueces cobrando al día mientras se mantiene aun deudas con los cuerpos técnicos de la selección del pasado torneo Nacional.
Que en esa realidad dantesca,  un equipo de Treinta y Tres clasifique por "motus propio" a la máxima competencia clubista de OFI, con ese club además sostenido, según manifestaciones de su director técnico, el que no seguiría en la institución por ejemplo según declaraciones manifestadas a Fútbol Loco, sostenido decía por familiares, jugadores y el empeño tremendo de un grupo de allegados y el presidente de la institución que además es su preparador físico, es absolutamente milagroso.
Tal cual ese contexto dirigencial, institucional y económico lo implica , ese “rush” de Peñarol en el arranque de este partido de vuelta en el estadio, que estaba realmente muy bien luego de la salvajada cometida contra su piso por el capricho de un arbitro de Fútbol Femenino fue un “milagro futbolístico”, esos 20 minutos a toda orquesta, con un equipo ofensivo y contundente que llegó 4 veces e hizo cuatro goles,  no es habitual en un fútbol donde el margen de error técnico es muy grande y donde la mayoría de los jugadores de 10 situaciones técnicas erran 6.
Brian Gravi conectando con el pie un centro de “Chino” Aquino a la salida de un tiro de esquina y Martín Ávila en un “show” de definiciones  con control orientado, velocidad y  aprovechamiento de los espacios que el Nacional de Sarandi exponía sorprendido y estupefacto por la contundencia aurinegra…fue un milagro futbolístico para el fútbol de “campaña”.
Lo liquidó ahí al partido el  Peñarol, que a partir de  ese vendaval goleador se dedicó a mantener la diferencia y a dejar transcurrir el partido.
Le costó un tiempo a los tricolores dejar pasar el asombró y al llegar la expulsión del volante Gómez de Peñarol  en el inicio del segundo tiempo, con un coraje y una enjundia importante el elenco sarandiyense generó varias llegadas que fueron evitadas por el muy buen partido del juvenil Luís Godoy arquero de los carboneros en este fin de campaña.
Empero el Nacional llegó, merecidamente, al descuento y “el gol del honor” lo convirtió Fernando Rodríguez a los 65 minutos.
Resultado merecido, lógico vistas las ausencias con las que llegaba el visitante pero milagroso por la contundencia que tuvo el aurinegro en ese brillante arranque de partido que le solucionó todo el resto.

El “Hat Trick” de “Chiquitín" Martín Ávila lo destacado y deslumbrante del partido pero  esa solidez que ha ido consiguiendo con el transcurrir de la campaña su defensa, lo combativo y  dinámico de su medio juego pero sobre todo el potencial ofensivo de los carboneros que con  el nivel técnico superlativo de  Suárez, un año soberbio en el trabajo de equipo y asistencia de Cristian Gutiérrez, son las explicaciones de este triunfo , que junto a la “largo de su banca” un plantel importante con alternativas que le han dado pingues resultados, la inspiración de Nicolás Gutiérrez ausente en este encuentro por la expulsión en el Juan Ramón Carrasco y el trabajo de Santana con  su cuerpo técnico, mas que nada  en el armado del grupo  y en el establecimiento de un orden táctico, disciplinario y futbolístico lograron en el contexto del peor año,  organizativamente hablando,  del fútbol  de Treinta y Tres  lo establecido en la foto, PEÑAROL DE 33 UN MILAGRO.

1 comentario:

Unknown dijo...

Felicitaciones para este plantel,me siento y estoy muy orgullosa de todos los jugadores. Un gran saludo y en especial para mí GRAN JUGADOR. (Lucho)