El mejor partido del mundo…
Por Juan R. Silva
El clásico del futbol
Olimareño se jugaba este domingo, con la cancha embarrada, “limada” por los dos
partidos anteriores y con una electricidad inusual, ¿sería quizás porque los dos
vienen en la punta de los torneos y solo hay diferencia en dos puntos en la anual?
¿O tal vez porque su eterna rivalidad tendría esta vez el
condimento de que hace un mes casi que este partido se hace esperar y que él no
jugar de estos últimos 15 días “empareja” todo “para abajo” y el resultado es
algo totalmente incierto porque no tenemos referencia?
Pero creo que el ambiente, el lugar, el contexto tenían una
suerte de “coso raro” que hicieron que nos costara entender futbolísticamente
el partido y que todo estuviera teñido de un temblor que no era frio ni miedo,
era el temblor de el éxtasis de estar contemplando algo que te sorprende y a lo
que no estás acostumbrado, un juego raro que tiene mucho de Circo y lucha, mas cálculos
y desarrollo sicológico que , dígalo, nos produjo una sensación única e
irrepetible…esto era exótico, raro y estaba muy bueno.
Arrancó mucho mejor Huracán, con el “Tito” Puñales, la
figura de la cancha, de 5, como los volantes brasileros, marcando solo
pero cuando la tenia armando el juego y con Simón de engancha “directo al Rumen”
encarando, acelerando y pasando, por si fuera poco con Mario Perdomo de “compadre”
de los dos manijas albos y siendo esa rueda de auxilio que te permite un
lucimiento de otro nivel.
Lo desbordó durante 20 minutos Huracán a Treinta y Tres, le
hizo el gol del Juanjo Rodríguez, golazo, córner del Chelo Gómez de la derecha
y Juanjo anticipa la marca, gira el cuello y le da con el parietal izquierdo, cambiándole
el palo a Dino Acosta que aun a contra pierna se tira haciendo más hermoso el tanto
aun, le hizo ese gol y le erró un par de chances claras, obligando a Dino a
revolcarse un par de veces.
La Bajada del Colón
ayudaba al Globito , pero el decano lo ayudaba mas, confundido, sorprendido y
desbordado por los laterales solo con la resistencia de Rodrigo Moreira, que la
sacaba para donde fuera y las atajadas de Dino Acosta.
Pero pasó el mejor momento albo, Rodrigo Segovia levantó algo,
sin repetir partidos anteriores y el Yama Tabeira decidió cargarse el equipo y
a pura gambeta exigió un par de veces la marca de Fernando Gómez.
Pero le seguí faltando precisión a el decano y Huracán por ráfagas,
con la bajada a favor, llegaba preocupando a los laterales albicelestes sobre
todo, Giménez le posteaba continuamente
a Gonzalo Lemes, en posición de zaguero y Huracán parecía en control.
Un penal bien cobrado
por el árbitro Cidades, mano de Juan Rodríguez con el arbitro de frente a la
jugada y a 10 metros y una ejecución violentísima de Yamandú empataron un
partido que debía ser para los dirigidos por Vera en esa primer aparte.
Huracán fue nuevamente sobre el final de la primera parte y
los delanteros albos, luego en un desborde de Simón Mier por derecha se pierden
un gol clarísimo, el más claro de todos, debajo de los palos, por llegar tarde.
El primer tiempo concluyo con esa superioridad clara de los
albos y la sensación de que el decano la había sacado baratísima.
El segundo tiempo pareció, pese a que ahora los albicelestes
tenían la bajada, seguir en el mismo tenor, Puñales jugando solo en el medio
juego, con tiempo, espacio y pelota, y recibiendo y cambiando el frente,
clarito, con un Simón que seguía siendo imparable, pero con Dino Acosta
haciendo un par de atajadas monumentales, parecía que de tanto ir en algún momento
Huracán desequilibraría.
Pero Martin Alzugaray
hace ingresar a Jairo Cossio y este se coloca cerca de Puñales y Huracán pierde
la claridad.
Buen cambio aunque pareció que el decano se quedaba solo con
la contra como aceptando la superioridad alba, la ubicación de Cossio emparejó
la brega.
Y en ese desarrollo,
luego de haber sido superado Treinta y tres casi gana el partido.
Un pelotazo largo y
frontal que Yamandú Tabeira, solitario delantero recibe, saca un metro y su
remate, con Vicentino (de muy buen y seguro partido) vencido, su remate decía, da en el vertical izquierdo,
pudo ser un golazo, pudo darle el triunfo a los albi celestes pero la diosa
fortuna no quiso.
Huracán tuvo un buen rendimiento, fue superior pro no lo
ganó y eso suena a pecado, porque no se si alguna otra vez agarrara este año a
Treinta y Tres tan desarmado.
Treinta y tres la
sacó barata, fue dominado, su arquero fue la figura y casi lo gana, pero debe preocuparse,
con las ausencias como excusas fue demasiado “light” en ofensiva solo Tabeira y
su agresividad.
El campeonato se ha “cerrado” un poco, el empate de los “candidatos”
renueva las ilusiones de los que hace dos semanas ya se veían jugando por el
honor hasta fin de año, pero también debemos decir que no se hicieron sangre
ninguno de los dos y que siguen los dos en carrera, lo que hace todo muy difícil
para los demás.
El mejor partido del mundo termino en esta tarde gris, donde
vi mucha gente correr, algunos sobre todo Puñales jugar y una emoción que se sentía en la piel de los
asistentes.
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