Otra vez
Por Juan R. Silva
Escribo este post una semana después de la eliminación de la selección de 33 del Campeonato Nacional en Mayores por dos razones, una porque me tome semana de Turismo y la segunda es porque la calentura de la eliminación me duró más o menos esto, fue durísima fue injusta y sobre todo fue fruto de un hacho que aun hoy es difícil encontrarle explicación desde lo futbolístico.
La selección mayor de la Liga de futbol de Treinta y Tres jugó ese viernes en el Domingo Burgueño Miguel, el estadio de Maldonado Capital su mejor partido sin dudas de este año 2015, bien Treinta y tres, con dos jugadas de gol muy claras en los primeros 10 minutos, una de Matías Rodríguez increíble , entrando a buscar el rebote de un tiro libre de Mario Perdomo, a medio metro de la línea de gol con el arquero fernandino tirado en el piso y un centro al segundo palo a la salida de un córner que el criterioso Oscar Gómez cabecea afuera solo.
Hasta ahí era más el elenco rojo pero poco a poco Maldonado utilizando su condición de local y el buen trabajo de su delantero central Melo, movedizo y agresivo, logro agarrar el balón y hasta el final del primer tiempo pudo sostener el partido, sin ser superior pero teniendo el control del esférico y sobre todo el dominio territorial, pero solo preocupando en alguna pelota quieta.
Pero en el segundo tiempo cuando el local seguía dominando sin ser superior el encuentro empieza a mostrar lo que para nosotros podría desequilibrar la brega, el tema físico empezó a condicionar a los dirigidos por Ferreira, la expulsión de quien hasta ese momento era el mejor jugador rojo Eduardo Álvarez por llegar tarde a un balón disputado parecía acrecentar nuestra apreciación, los cambios que introduce Ferreira varían netamente este panorama.
Es decir, cuando todo hacia preveer que Treinta y Tres se caería físicamente es Maldonado, presionado por el resultado, por una localia inocua más en la cabeza de los jugadores que en la realidad, no fue nadie ese viernes a ver al local y sobre todo por un tomar riesgos de el equipo visitante, que directamente, con los cambios reitero “se parte” y deja a un exuberante Bruno Teliz y a un muy predispuesto a la lucha Fernando Correa para correr 50 metros, recuperar y acarrear el balón.
Y esos últimos 10 minutos son netamente favorables a 33, es mas tiene tres chances clarísimas el elenco rojo, pero claras claras hasta que llega el gol de Bruno Teliz anticipándose a la defensa alba en un córner al primer palo que sacude a todos los presentes, a los pocos Olimareños que se envalentonan y a los pocos fernandinos que no entienden y de repente se ver tan cerca de la eliminación.
Y el final del partido encuentra Treinta y tres muy superior futbolística y anímicamente a los visitantes con el desenlace a cargo de los tiros desde el punto del penal.
Y ahí con una …insólita ejecución, cambiando el pie en el momento del impacto, en un gesto técnico que necesita de mucha precisión, que en ese momento no se tuvo, por parte del capitán rojo Matías Rodríguez, la selección mayor de la Liga Treinta y Tres quedo eliminada del campeonato nacional en octavos de final.
En el próximo post haremos el balance de esta participación ya transcurridos algunos días que nos permiten, nunca se debe conversar de un partido al terminar el mismo porque hay cosas que se dicen en caliente de las cuales uno luego se arrepiente, pero que deja el sabor de boca de “Haber nadado mucho para morir en la orilla”…pero que sigue teniendo el mismo final que siempre…la vieja y nunca tan bien usada frase del Profe Pinho…. “Jugamos como nunca…perdimos como siempre.”
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