lunes, 30 de diciembre de 2013

Explotó….el Globito
Por Juan R. Silva
Gran triunfo de Huracán contra su tradicional rival en una noche de domingo que arrancó para pesadilla para los albos y termino en un sueño.
Una finalísima que presentaba en mucho mejor perfil a Treinta y Tres, ganador del último clásico, con mucho mejor moral, con la mística y la historia de cola en ese envión final, con un libreto encontrado de cómo jugar esa instancia después de haber levantado un 1 / 0 en finales en contra, mejor físicamente para una definición…en fin…de candidato…de “banca”…. Y todo eso explotó por los aires de  esa noche con visos de tormenta en el estadio Municipal.
Pero no fue nada fácil el comienzo para los dirigidos por Daniel Pereira, la expulsión de el hermano del técnico Adrian Pereira, por agredir a un rival estando la pelota en juego a 5 metros del árbitro, cuando Huracán trataba de salir jugando y el pressing de Treinta y Tres era agresivo en la salida alba, ensombreció más aun de lo que estaba el horizonte para el globito, que incluso pudo ser peor cuando 2 minutos después Graví agrede a Maguna sin pelota, cosa que no vieron ni el árbitro ni el línea en lo que podía haber sido el golpe de gracia , pero igual saber que debía jugar 84 minutos con un jugador menos sin dudas fue otro pesar para Huracán.
 Pero…pero …pero como siempre pasa en el futbol de Treinta y Tres, el equipo que viene de banca siente esa responsabilidad y mas como en este caso que los albiazules debían asumir el protagonismo del partido… y sorpresivamente para con su historia y su bien ganado prestigio, esta vez el decano…fue uno más.
Porque Treinta y Tres jugó muy mal, sobre todo en la construcción, extraño ahora si a Lemes, pero creo que más extraño a Diego Sosa…mucho mas…haciendo claro lo que dijimos en el anterior partido cuando las expulsiones, Treinta y Tres cuando no tenia juego, como esta noche siempre apelaba a tirársela a Sosa y que este desequilibrara, ahora intento lo mismo con Velarde y con Tejeira y no encontró respuesta, pero sobre todo, acá hubo un interesante dato táctico, nunca intentó por adentro, los dos mencionados delanteros juegan por afuera y ahí tanto Alfaro como Pla, sobre todo Pla, se las arreglaron para frustrar todos los intentos, tenues de los delanteros albiazules, a todo esto decir que Pereira  , audazmente, quedó en línea de tres con los dos laterales y Ferreira jugando de ultimo a pura carpeta, sabida su lentitud.
Y en todo el primer tiempo, nunca preocupó al fondo de Huracán ni a su arquero Vicentino Treinta y Tres y eso que, como si precisara alguna ventaja más, por momentos hubo un fuerte viento en contra del albo.
 Y Huracán, beneficiado por el mal partido que hacia Treinta y Tres en el medio juego, con una imprecisión alarmante, cosa que ha tenido todo el año, comienza a tomar confianza, con el manejo de Juan Puñales como bandera y la parición de Gamarra, incluso hay un claro penal de Maguna a Diego Graví, que no cobra el árbitro.
Llega el gol de Huracán, gran centro de Wilfredo Aquino, quien seria luego la figura de la cancha y  la cuota goleadora de Gamarra, la mejor paga del futbol olimareño y además la salida por lesión, había sido en los primeros minutos y jugó un rato pero no pudo, del emblema de Treinta y Tres Santiago “Cotti” Alzugaray, el viento comenzaba a cambiar, el viento metafóricamente por supuesto, pero decir que Treinta y Tres tuvo 15 minutos mínimo en ese primer tiempo en desventaja en el tanteador y en superioridad numérica… y no hizo nada.
Treinta y Tres jugaba mal y Huracán se aprovechaba de eso.
Los últimos minutos de esa primera parte lo mostraban mucho mejor al globito, Simón Mier tiene dos oportunidades muy claras, una salvada por Larrosa y la otra que pasa apenas desviada, Huracán con uno menos había tenido 4 oportunidades claras en el primer tiempo y Treinta y Tres con uno más…ninguna.

Venidos del descanso el ingreso de Goldaracena como 9 nueve obliga a Pereira a hacer un cambio defensivo, el ingreso de Taran por Puñales para armar línea de 4 y el consiguiente ingreso de Oscar Gómez para estructura el medio juego, pasando a Wilfredo Aquino a la izquierda y quedar con un punta solo, arriesgado, pese a ser defensivo, cambio de estructura de Pereira, porque si perdía, quédense tranquilos, “lo colgaban” en la plaza”, pero que a los efectos de este partido eran absolutamente pragmático y comprensible y realmente , hay que decirlo , ganó el partido en esos cambios.
Porque Treinta y Tres ahora si empezó a ir por el medio, con un inquieto y punzante Goldaracena, pero se encontró con un muro de camisetas blancas, dice  Menotti que “ los italianos no es que defiendan bien…defienden con muchos” y pese a que el apuro y la ansiedad misma de el resultado en contra posicionaban a Treinta y Tres contra el área alba, sus definiciones, cuanta con dos o 3 chances no muy claras pero chances al fin el decano, siempre encontraban un cuerpo albo, hay una salvada de cabeza de Aquino que es un gol a favor o finalmente a un atento y seguro Cesar Vicentino que redimía, ahí y en ese momento, cuando quemaba la cosa…en las pelotas calientes el “peor” año de su carrera futbolística y sin hacer espectaculares  intervenciones manejaba los tiempos del partido que era lo que precisaba Huracán.
Que tiene incluso en ese lapso un penal a favor, gran habilitación para Matías Rodríguez Fernández, que se siente mucho mas cómodo como único punta que compartiendo la delantera, este le gana las espaldas a un adelantado fondo decano y Maguna lo jalonea desde atrás, cuando se iba expreso rumbo a el marco de Larrosa, penal y expulsión por “situación manifiesta de gol” que el árbitro pita sin dudar.
Pero Simón Mier, estrella la excelente definición en el vertical izquierdo de Larrosa y Huracán, que tenía pese a tener mucho mas chances que el rival, solo mantenía un gol de distancia.
Y en una montonera, en un "scrimmage"  en el área, llegó el empate, sucesión de remates rabiosos de los decanos y el rebote de la gran y postrera intercepción de Vicentino lo encuentra Goldaracena y Treinta y Tres a lo Treinta y Tres empata el partido, a los rebotes, a los “ponchazos”…como se dice en el barrio “de pesao”, sin jugar bien… a pura connotación anímica.
La verdad…ahí todo el estadio pensó que pasaba el Decano, la 22 saltaba en la tribuna chica a puro aliento, la gente de Treinta y Tres se paraba para disfrutar de otra jornada épica que le agregara mas mística a su rica historia  cuando de pronto en un silencio del estado…se escucho su grito y sus palmas, solo ellos creyendo en el globito, ellos…los de siempre, con el  ¡¡¡ Huracán, Huracán!!! ...y las palmaditas…y el futbol es así, un centro sobre el área de Treinta y Tres, atropellan los albos, que eran empujados por el esfuerzo de Oscar Gómez y Wilfredo Aquino y …la paradoja, varios rebotes, varios trancazos y en todos ganaban…¡ los de Huracán! y el Chino Aquino…De “pesao”… a los Treinta y Tres, con el sello decano…a pura actitud y emotividad, la mete en el rincón derecho de Larrosa, abajo y la apoteosis albo…
Porque Treinta y Tres que había cometido todos los errores posibles, comete uno más y se descontrola…genera un lio, se mete en la locura del partido y…lo para, lo tiene 6 o 7 momentos parado…peleando, discutiendo, entreverando, lo mejor para…Huracán.
 En los 10 minutos que se jugaron después, hay una gran intervención de Vicentino, un gol errado por Goldaracena y la expulsión de Gabriel Rodríguez, tonta, inútil, aaaaaah y el dominio mental de Huracán, callando todas las bocas, demostrando…jerarquía…justo lo que le había faltado el jueves pasado, el golazo de Oscar Gómez fue la frutilla de la torta, derechazo cruzado, alto al segundo palo que entra en el Angulo y se entierra abajo, premio a un jugador que entro muy bien en el partido.
Después el festejo albo y la hidalguía decana, mano estirada, apretón fuerte y para el vestuario, sin histeria, sin lloringueo, sin líos, acorde a la gran historia del Treinta y Tres Futbol Club, una lección para muchos.
Huracán logró por fin vencer “el Yeyum” de 8 años, el más largo de su rica historia, además empardó en campeonatos locales a su tradicional rival, le empató en clásicos ganados en el año, en la temporada con más clásicos de la liga de futbol de Treinta y Tres, salió Campeón y es merecido , estuvo en todas las definiciones del año, tiene un proceso de trabajo de dos años, contó con las tres patas que tiene que tener un equipo para salir campeón ( buenos jugadores, técnicos trabajadores y dirigentes “vivos”), cuenta con el mayor presupuesto  y con la mejor infraestructura de nuestro medio, tiene las mejores inferiores de nuestro futbol en la última década ( los resultados lo marcan) …no es sorpresa que sea campeón, lo sorpresivo es que hacía 8 años que no lo hacía…por eso ese festejo…por eso esa noche del 29 de diciembre…¡¡explotó el estadio!!...¡¡¡¡Explotó el Globito!!!!

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