Explotó….el
Globito
Por
Juan R. Silva
Gran
triunfo de Huracán contra su tradicional rival en una noche de domingo que
arrancó para pesadilla para los albos y termino en un sueño.
Una
finalísima que presentaba en mucho mejor perfil a Treinta y Tres, ganador del último
clásico, con mucho mejor moral, con la mística y la historia de cola en ese
envión final, con un libreto encontrado de cómo jugar esa instancia después de
haber levantado un 1 / 0 en finales en contra, mejor físicamente para una
definición…en fin…de candidato…de “banca”…. Y todo eso explotó por los aires
de esa noche con visos de tormenta en el
estadio Municipal.
Pero
no fue nada fácil el comienzo para los dirigidos por Daniel Pereira, la expulsión
de el hermano del técnico Adrian Pereira, por agredir a un rival estando la
pelota en juego a 5 metros del árbitro, cuando Huracán trataba de salir jugando
y el pressing de Treinta y Tres era agresivo en la salida alba, ensombreció más
aun de lo que estaba el horizonte para el globito, que incluso pudo ser peor
cuando 2 minutos después Graví agrede a Maguna sin pelota, cosa que no vieron
ni el árbitro ni el línea en lo que podía haber sido el golpe de gracia , pero
igual saber que debía jugar 84 minutos con un jugador menos sin dudas fue otro
pesar para Huracán.
Pero…pero …pero como siempre pasa en el futbol
de Treinta y Tres, el equipo que viene de banca siente esa responsabilidad y
mas como en este caso que los albiazules debían asumir el protagonismo del
partido… y sorpresivamente para con su historia y su bien ganado prestigio,
esta vez el decano…fue uno más.
Porque
Treinta y Tres jugó muy mal, sobre todo en la construcción, extraño ahora si a
Lemes, pero creo que más extraño a Diego Sosa…mucho mas…haciendo claro lo que
dijimos en el anterior partido cuando las expulsiones, Treinta y Tres cuando no
tenia juego, como esta noche siempre apelaba a tirársela a Sosa y que este
desequilibrara, ahora intento lo mismo con Velarde y con Tejeira y no
encontró respuesta, pero sobre todo, acá hubo un interesante dato táctico,
nunca intentó por adentro, los dos mencionados delanteros juegan por afuera y
ahí tanto Alfaro como Pla, sobre todo Pla, se las arreglaron para frustrar
todos los intentos, tenues de los delanteros albiazules, a todo esto decir que
Pereira , audazmente, quedó en línea de
tres con los dos laterales y Ferreira jugando de ultimo a pura carpeta, sabida
su lentitud.
Y
en todo el primer tiempo, nunca preocupó al fondo de Huracán ni a su arquero
Vicentino Treinta y Tres y eso que, como si precisara alguna ventaja más, por
momentos hubo un fuerte viento en contra del albo.
Y Huracán, beneficiado por el mal partido que
hacia Treinta y Tres en el medio juego, con una imprecisión alarmante, cosa que
ha tenido todo el año, comienza a tomar confianza, con el manejo de Juan
Puñales como bandera y la parición de Gamarra, incluso hay un claro penal de
Maguna a Diego Graví, que no cobra el árbitro.
Llega
el gol de Huracán, gran centro de Wilfredo Aquino, quien seria luego la figura
de la cancha y la cuota goleadora de
Gamarra, la mejor paga del futbol olimareño y además la salida por lesión,
había sido en los primeros minutos y jugó un rato pero no pudo, del emblema de
Treinta y Tres Santiago “Cotti” Alzugaray, el viento comenzaba a cambiar, el
viento metafóricamente por supuesto, pero decir que Treinta y Tres tuvo 15
minutos mínimo en ese primer tiempo en desventaja en el tanteador y en
superioridad numérica… y no hizo nada.
Treinta
y Tres jugaba mal y Huracán se aprovechaba de eso.
Los
últimos minutos de esa primera parte lo mostraban mucho mejor al globito, Simón
Mier tiene dos oportunidades muy claras, una salvada por Larrosa y la otra que
pasa apenas desviada, Huracán con uno menos había tenido 4 oportunidades claras
en el primer tiempo y Treinta y Tres con uno más…ninguna.
Venidos
del descanso el ingreso de Goldaracena como 9 nueve obliga a Pereira a hacer un
cambio defensivo, el ingreso de Taran por Puñales para armar línea de 4 y el
consiguiente ingreso de Oscar Gómez para estructura el medio juego, pasando a
Wilfredo Aquino a la izquierda y quedar con un punta solo, arriesgado, pese a
ser defensivo, cambio de estructura de Pereira, porque si perdía, quédense
tranquilos, “lo colgaban” en la plaza”, pero que a los efectos de este partido
eran absolutamente pragmático y comprensible y realmente , hay que decirlo ,
ganó el partido en esos cambios.
Porque
Treinta y Tres ahora si empezó a ir por el medio, con un inquieto y punzante Goldaracena,
pero se encontró con un muro de camisetas blancas, dice Menotti que “ los italianos no es que
defiendan bien…defienden con muchos” y pese a que el apuro y la ansiedad misma
de el resultado en contra posicionaban a Treinta y Tres contra el área alba,
sus definiciones, cuanta con dos o 3 chances no muy claras pero chances al fin
el decano, siempre encontraban un cuerpo albo, hay una salvada de cabeza de
Aquino que es un gol a favor o finalmente a un atento y seguro Cesar Vicentino
que redimía, ahí y en ese momento, cuando quemaba la cosa…en las pelotas calientes
el “peor” año de su carrera futbolística y sin hacer espectaculares intervenciones manejaba los tiempos del
partido que era lo que precisaba Huracán.
Que
tiene incluso en ese lapso un penal a favor, gran habilitación para Matías Rodríguez
Fernández, que se siente mucho mas cómodo como único punta que compartiendo la
delantera, este le gana las espaldas a un adelantado fondo decano y Maguna lo
jalonea desde atrás, cuando se iba expreso rumbo a el marco de Larrosa, penal y
expulsión por “situación manifiesta de gol” que el árbitro pita sin dudar.
Pero
Simón Mier, estrella la excelente definición en el vertical izquierdo de
Larrosa y Huracán, que tenía pese a tener mucho mas chances que el rival, solo
mantenía un gol de distancia.
Y
en una montonera, en un "scrimmage"
en el área, llegó el empate, sucesión de remates rabiosos de los decanos
y el rebote de la gran y postrera intercepción de Vicentino lo encuentra
Goldaracena y Treinta y Tres a lo Treinta y Tres empata el partido, a los
rebotes, a los “ponchazos”…como se dice en el barrio “de pesao”, sin jugar
bien… a pura connotación anímica.
La
verdad…ahí todo el estadio pensó que pasaba el Decano, la 22 saltaba en la
tribuna chica a puro aliento, la gente de Treinta y Tres se paraba para
disfrutar de otra jornada épica que le agregara mas mística a su rica
historia cuando de pronto en un silencio
del estado…se escucho su grito y sus palmas, solo ellos creyendo en el globito,
ellos…los de siempre, con el ¡¡¡ Huracán,
Huracán!!! ...y las palmaditas…y el futbol es así, un centro sobre el área de
Treinta y Tres, atropellan los albos, que eran empujados por el esfuerzo de
Oscar Gómez y Wilfredo Aquino y …la paradoja, varios rebotes, varios trancazos
y en todos ganaban…¡ los de Huracán! y el Chino Aquino…De “pesao”… a los
Treinta y Tres, con el sello decano…a pura actitud y emotividad, la mete en el
rincón derecho de Larrosa, abajo y la apoteosis albo…
Porque
Treinta y Tres que había cometido todos los errores posibles, comete uno más y
se descontrola…genera un lio, se mete en la locura del partido y…lo para, lo
tiene 6 o 7 momentos parado…peleando, discutiendo, entreverando, lo mejor para…Huracán.
En los 10 minutos que se jugaron después, hay
una gran intervención de Vicentino, un gol errado por Goldaracena y la
expulsión de Gabriel Rodríguez, tonta, inútil, aaaaaah y el dominio mental de
Huracán, callando todas las bocas, demostrando…jerarquía…justo lo que le había
faltado el jueves pasado, el golazo de Oscar Gómez fue la frutilla de la torta,
derechazo cruzado, alto al segundo palo que entra en el Angulo y se entierra
abajo, premio a un jugador que entro muy bien en el partido.
Después
el festejo albo y la hidalguía decana, mano estirada, apretón fuerte y para el
vestuario, sin histeria, sin lloringueo, sin líos, acorde a la gran historia
del Treinta y Tres Futbol Club, una lección para muchos.
Huracán
logró por fin vencer “el Yeyum” de 8 años, el más largo de su rica historia,
además empardó en campeonatos locales a su tradicional rival, le empató en
clásicos ganados en el año, en la temporada con más clásicos de la liga de
futbol de Treinta y Tres, salió Campeón y es merecido , estuvo en todas las
definiciones del año, tiene un proceso de trabajo de dos años, contó con las
tres patas que tiene que tener un equipo para salir campeón ( buenos jugadores,
técnicos trabajadores y dirigentes “vivos”), cuenta con el mayor presupuesto y con la mejor infraestructura de nuestro
medio, tiene las mejores inferiores de nuestro futbol en la última década ( los
resultados lo marcan) …no es sorpresa que sea campeón, lo sorpresivo es que
hacía 8 años que no lo hacía…por eso ese festejo…por eso esa noche del 29 de diciembre…¡¡explotó
el estadio!!...¡¡¡¡Explotó el Globito!!!!
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