SE PINCHÓ EL GLOBO, HURACÁN ADULTERÓ FICHA MÉDICA Y HAY DUDAS SOBRE LA FINALIZACIÓN DEL CAMPEONATO
Publicado en Boletín Nº 546 del GIEFI
Cuando la temporada entraba en su fase decisiva, y todo parecía que se terminaría en fecha para dar prioridad a la Selección, Huracán metió las de caminar, y existen dudas sobre el final de esta historia, que tiene mucho de parecido con otra vivida con el mismo club, exactamente dos años atrás.
"BORRÓN"... ¿Y CUENTA NUEVA?
El domingo pasado se disputó el partido de ida de la llave semifinal del campeonato olimareño: en la ciudad de José Pedro Varela, el local Unión Barrio Coya (campeón del Apertura) empató a dos goles con Huracán (campeón del Clausura). En la oportunidad el juez Gabriel Deniz retuvo la ficha médica del jugador Rodrigo Alfaro, un experiente valor que volvía a las canchas luego de varios años de ausencia. En la sesión del martes de la Liga, el club varelense presentó una nota denunciando que la ficha médica estaba adulterada. Eso generó un gran revuelo, porque se comprobó en la sesión, que la ficha efectivamente estaba borroneada. El asunto era ver cómo seguía. Según el reglamento, la nota de Barrio Coya debería pasar al Tribunal de Penas, el que, se tomaría su tiempo para estudiar el caso, dar vistas a los involucrados y un sinfín de etcéteras, con lo que seguramente Huracán perdiera el partido y se jugara la revancha, mientras el hecho de la adulteración de un documento público podría seguir caminos más comprometidos que el de la justicia deportiva.
De seguir ese camino, se estaría alargando el final de temporada mucho más allá de lo deseable para que la Selección encare con mediana seriedad la participación en la próxima Copa Nacional de Selecciones, con lo que ya se estaría parando el campeonato para decidirlo después de finalizada la participación en la citada Copa.
Pero como el camino de seguir adelante puede ser muy escabroso, se especula con que Huracán se retire de la competencia y congele la situación, con lo que Unión Barrio Coya clasificaría a la final y ya el fin de semana se estaría midiendo con San Lorenzo por el título del año. Así, el "globito" resignaría la faz deportiva para que no se revuelva más el caldo, aunque hay quienes quieren llegar a las últimas consecuencias.
A la interna de la Liga, hubo gente que quiso resolver el tema en forma interna, sin que el hecho tomara estado público, pero por suerte, por el bien de la transparencia, se optó por hacer pública la situación. Flaco favor le hubiera hecho a todo el fútbol olimareño el ocultar episodios turbios en aras de "apegarse a los códigos" y "barrer para adentro". ¿Con qué cara se sale después a pedir colaboración a la población o a vender rifas si cuando ocurren flagrantes violaciones a los reglamentos, se las pretende ocultar?
ERAN OTROS RODRIGOS
El 2 de diciembre de 2006 se disputaron los cuartos de final de los play off, que en la oportunidad se jugaban a un único partido. Huracán ganó 2 a 0 a Agraciada y clasificó a semifinales. En el formulario del partido aparecía tachada una amarilla al jugador de Huracán Rodrigo Tarán, que lo inhabilitaba para jugar en la fase siguiente por acumulación de las mismas.
Treinta y Tres, que debía enfrentar a Huracán en semifinales presentó la protesta y comenzaron a pasar los días sin que la temporada finalizase. Cuando se decidió parar el campeonato José Ignacio Villarreal ya había renunciado a la dirección técnica de la selección luego de una campaña que lo había llevado al vicecampeonazo zonal el año anterior. Antonio Ubilla tomó el fierro caliente a último momento. El torneo se reanudó en febrero de 2007 luego de finalizada la participación de la selección en la Copa Nacional de Selecciones.
Huracán, aduciendo que no tenía plantel, no se presentó a las semifinales y Treinta y Tres fue directo a las finales de los play off.
El formulario del "borrón" no pasó al Tribunal de Penas y todo quedó por ahí.
SERIO O NO SERIO
Superada la primera inercia del "tapar todo", donde lo aplaudible es que estas cosas se sepan, porque el fútbol no son sólo los dirigentes, son también el público, que poco o mucho es el que lo banca y el que sufre por quienes corren en la cancha, surge el tema de "hasta dónde ir" en estos casos. ¿Hay que dejarlo así, porque esto es sólo fútbol, es amateur, no es tan grave, es un formulario, una ficha médica, una amarilla, un minuto, una patada, un penal, "pavadas", comparadas con la "vida real"? o ¿Hay que ir hasta las últimas consecuencias, hasta que alguien pierda su laburo o termine preso?
Primera cosa, por más amateur que sea el fútbol y se juegue por la camiseta o por las tortas fritas, se trata de una actividad humana, y por lo tanto requieren reglas y que las mismas sean respetadas. Máxime cuando esa actividad es un ícono del ser nacional, deportiva, cultural y socialmente. Y si no respetamos las reglas de la que ocupa el número uno en el lugar de nuestras pasiones, ¿qué debemos esperar del respeto a otras reglas?
No es la cantidad de plata que está en juego lo que le dá seriedad al asunto, es el compromiso que cada ser humano asume con sus pares para realizar las cosas bien. No se puede pensar, "sólo es una ficha médica", "el tipo está saludable", "si se jode, se jode él".No.
Se establecieron ciertas reglas, y esas son que un jugador tiene que ser revisado por un médico. "Que quede seco" en el medio de la cancha no es sólo su riesgo, es una responsabilidad de todos los actores que son parte del fútbol.
No importa qué tan buena gente sea quienes hacen estas "chiquilinadas", no sólo hay que ser buen tipo en el laburo y con su familia, sino también hay que respetar las reglas. Si siempre se apela a respetar los "códigos", esas reglas no escritas que tienen mucho de subjetivo, ¡cómo no se van a respetar las reglas que rigen la actividad que estamos desempeñando!
Y así en todo, en el fútbol, en el trabajo, en la calle, en el hogar, en la escuela, con los vecinos. En todo hay reglas, algunas son leyes, otras son decretos, otras resoluciones, otras simples convenciones, pero todas, TODAS, hay que respetarlas.
Debemos pensar si el fútbol es SERIO o no es SERIO.
Y debemos pensar si queremos que nuestra comunidad progrese o no. La actitud es una. Y no admite dobleces.
Por Alejandro de León (CEFO - GIEFI)
Cuando la temporada entraba en su fase decisiva, y todo parecía que se terminaría en fecha para dar prioridad a la Selección, Huracán metió las de caminar, y existen dudas sobre el final de esta historia, que tiene mucho de parecido con otra vivida con el mismo club, exactamente dos años atrás.
"BORRÓN"... ¿Y CUENTA NUEVA?
El domingo pasado se disputó el partido de ida de la llave semifinal del campeonato olimareño: en la ciudad de José Pedro Varela, el local Unión Barrio Coya (campeón del Apertura) empató a dos goles con Huracán (campeón del Clausura). En la oportunidad el juez Gabriel Deniz retuvo la ficha médica del jugador Rodrigo Alfaro, un experiente valor que volvía a las canchas luego de varios años de ausencia. En la sesión del martes de la Liga, el club varelense presentó una nota denunciando que la ficha médica estaba adulterada. Eso generó un gran revuelo, porque se comprobó en la sesión, que la ficha efectivamente estaba borroneada. El asunto era ver cómo seguía. Según el reglamento, la nota de Barrio Coya debería pasar al Tribunal de Penas, el que, se tomaría su tiempo para estudiar el caso, dar vistas a los involucrados y un sinfín de etcéteras, con lo que seguramente Huracán perdiera el partido y se jugara la revancha, mientras el hecho de la adulteración de un documento público podría seguir caminos más comprometidos que el de la justicia deportiva.
De seguir ese camino, se estaría alargando el final de temporada mucho más allá de lo deseable para que la Selección encare con mediana seriedad la participación en la próxima Copa Nacional de Selecciones, con lo que ya se estaría parando el campeonato para decidirlo después de finalizada la participación en la citada Copa.
Pero como el camino de seguir adelante puede ser muy escabroso, se especula con que Huracán se retire de la competencia y congele la situación, con lo que Unión Barrio Coya clasificaría a la final y ya el fin de semana se estaría midiendo con San Lorenzo por el título del año. Así, el "globito" resignaría la faz deportiva para que no se revuelva más el caldo, aunque hay quienes quieren llegar a las últimas consecuencias.
A la interna de la Liga, hubo gente que quiso resolver el tema en forma interna, sin que el hecho tomara estado público, pero por suerte, por el bien de la transparencia, se optó por hacer pública la situación. Flaco favor le hubiera hecho a todo el fútbol olimareño el ocultar episodios turbios en aras de "apegarse a los códigos" y "barrer para adentro". ¿Con qué cara se sale después a pedir colaboración a la población o a vender rifas si cuando ocurren flagrantes violaciones a los reglamentos, se las pretende ocultar?
ERAN OTROS RODRIGOS
El 2 de diciembre de 2006 se disputaron los cuartos de final de los play off, que en la oportunidad se jugaban a un único partido. Huracán ganó 2 a 0 a Agraciada y clasificó a semifinales. En el formulario del partido aparecía tachada una amarilla al jugador de Huracán Rodrigo Tarán, que lo inhabilitaba para jugar en la fase siguiente por acumulación de las mismas.
Treinta y Tres, que debía enfrentar a Huracán en semifinales presentó la protesta y comenzaron a pasar los días sin que la temporada finalizase. Cuando se decidió parar el campeonato José Ignacio Villarreal ya había renunciado a la dirección técnica de la selección luego de una campaña que lo había llevado al vicecampeonazo zonal el año anterior. Antonio Ubilla tomó el fierro caliente a último momento. El torneo se reanudó en febrero de 2007 luego de finalizada la participación de la selección en la Copa Nacional de Selecciones.
Huracán, aduciendo que no tenía plantel, no se presentó a las semifinales y Treinta y Tres fue directo a las finales de los play off.
El formulario del "borrón" no pasó al Tribunal de Penas y todo quedó por ahí.
SERIO O NO SERIO
Superada la primera inercia del "tapar todo", donde lo aplaudible es que estas cosas se sepan, porque el fútbol no son sólo los dirigentes, son también el público, que poco o mucho es el que lo banca y el que sufre por quienes corren en la cancha, surge el tema de "hasta dónde ir" en estos casos. ¿Hay que dejarlo así, porque esto es sólo fútbol, es amateur, no es tan grave, es un formulario, una ficha médica, una amarilla, un minuto, una patada, un penal, "pavadas", comparadas con la "vida real"? o ¿Hay que ir hasta las últimas consecuencias, hasta que alguien pierda su laburo o termine preso?
Primera cosa, por más amateur que sea el fútbol y se juegue por la camiseta o por las tortas fritas, se trata de una actividad humana, y por lo tanto requieren reglas y que las mismas sean respetadas. Máxime cuando esa actividad es un ícono del ser nacional, deportiva, cultural y socialmente. Y si no respetamos las reglas de la que ocupa el número uno en el lugar de nuestras pasiones, ¿qué debemos esperar del respeto a otras reglas?
No es la cantidad de plata que está en juego lo que le dá seriedad al asunto, es el compromiso que cada ser humano asume con sus pares para realizar las cosas bien. No se puede pensar, "sólo es una ficha médica", "el tipo está saludable", "si se jode, se jode él".No.
Se establecieron ciertas reglas, y esas son que un jugador tiene que ser revisado por un médico. "Que quede seco" en el medio de la cancha no es sólo su riesgo, es una responsabilidad de todos los actores que son parte del fútbol.
No importa qué tan buena gente sea quienes hacen estas "chiquilinadas", no sólo hay que ser buen tipo en el laburo y con su familia, sino también hay que respetar las reglas. Si siempre se apela a respetar los "códigos", esas reglas no escritas que tienen mucho de subjetivo, ¡cómo no se van a respetar las reglas que rigen la actividad que estamos desempeñando!
Y así en todo, en el fútbol, en el trabajo, en la calle, en el hogar, en la escuela, con los vecinos. En todo hay reglas, algunas son leyes, otras son decretos, otras resoluciones, otras simples convenciones, pero todas, TODAS, hay que respetarlas.
Debemos pensar si el fútbol es SERIO o no es SERIO.
Y debemos pensar si queremos que nuestra comunidad progrese o no. La actitud es una. Y no admite dobleces.
Por Alejandro de León (CEFO - GIEFI)
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